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Britney Spears al borde de la bancarrota

Britney Spears al borde de la bancarrota
La crisis emocional de Britney Spears la mandó dos veces al pabellón psiquiátrico e hizo que sus padres divorciados y un grupo de abogados y contadores forcejearan para protegerla de parásitos rapaces, de paparazzi que siguen todos sus movimientos y de su propia conducta errática.
Más allá del psicodrama que se interpreta en las portadas de los tabloides, en los programas sobre ricos y famosos, y en sitios de chismes en la Red, hay un problema grave para la familia Spears: cómo proteger los millones de dólares que la cantante de 26 años acumuló en los diez años en los que fue una de las maquinarias más grandes de música pop, a la que debe sumarse la comercialización de múltiples productos y otras tantas promociones en Estados Unidos.

Es imposible decir cuánto dinero tiene Britney Spears. Las estimaciones publicadas sobre su fortuna varían hasta llegar a un máximo de 125 millones de dólares. Sin embargo, uno de sus ex asesores financieros, que habló con la condición de que no se revelara su nombre, calculó su fortuna actual en cerca de 50 millones de esa moneda.

Es una cantidad inmensa, pero, como lo demostró Michael Jackson, ser un fenómeno cultural acaudalado no lo hace a uno invulnerable al desastre financiero.

Spears no se quedará sin dinero tan pronto, pero sus perspectivas de largo plazo han recibido un golpe en el último año debido a su conducta extraña -su comportamiento en público, sus cuestionables habilidades maternales y un retorno al canto algo endeble en los premios MTV- y su tortuosa vida personal después de su divorcio de Kevin Federline.

Según documentos del tribunal, sus finanzas también parecen haberse deteriorado. Un expediente del 14 de febrero lo dice en forma rotunda: "Miembros de la familia de Britney han estado pagando por sus necesidades básicas, incluidos medicamentos, alimentos y otras necesidades cotidianas".

El 1° de febrero, un día después de que Spears se internó voluntariamente para recibir tratamiento psiquiátrico en el centro médico de la UCLA, su padre fue nombrado "coconservador" de su hija, dándole el control sobre su tratamiento, la seguridad, las visitas y la vida diaria de la cantante.

Jamie Spears comparte la supervisión del patrimonio de su hija con el abogado Andrew M. Wallet para disipar cualquier sospecha en el público de que los padres de la estrella querían quedarse con la fortuna de su hija. Se contrató, además, a otro grupo de abogados para las partes, que se abocaron a evaluar el daño financiero a su fortuna. El tribunal sucesorio designó un letrado más, como es costumbre, para vigilar exclusivamente los intereses de Spears. Se les dio control a su hermano Bryan y a un abogado de su fideicomiso, en el que están todos sus activos líquidos, para que puedan empezar a pagar las cuentas de la intérprete. Y se dijo que Blair Berk, el abogado penalista de Spears, supervisa todas las actividades.

Abogados independientes aparte, uno no puede hacer caso omiso del dinero como una motivación a la hora de que los padres de Spears unieran fuerzas a pesar de estar divorciados. Desde que se convirtió en estrella pop en 1999, con su éxito "Baby One More Time", ha sido el principal sostén económico de su familia. Lo poco que se sabe de las finanzas de la cantante salió a la luz en mayo último, cuando se dio a conocer parte de una declaración de impuestos debido a su divorcio. Allí figuraba que sus ingresos mensuales promedio eran de 730.000 dólares, principalmente en concepto de regalías, pero se decía que ganaba sólo 13.000 dólares por sus inversiones. (Sus gastos, incluidos 102.000 dólares mensuales en entretenimiento, regalos y vacaciones, y 16.000 dólares en ropa, llamaron más la atención.)

Aun cuando se dice que es propietaria de grandes extensiones de terrenos en Luisiana, Spears no es una magnate de bienes raíces en el sentido clásico de Hollywood: posee una casa cerca de Mulholland Drive, pero la puso en venta hace un año con un precio base de 7,5 millones de dólares, apenas poco más de los 7,2 millones de dólares que pagó por ella. Vendió una casa en Malibu el verano pasado en 10 millones de dólares tras pagar 6,9 millones de dólares por ella en 2004, y se deshizo de su condominio en Manhattan por un monto de cuatro millones de dólares en 2006, cuando lo había adquirido en tres millones de dólares en 2002.

Como imprimir dinero

La carrera de Spears empezó a tener dificultades luego de su última gira, hace casi cuatro años. Centrada en sus primeros dos álbumes, Baby One More Time y Oops! I Did It Again , la intérprete recibió un adelanto de casi 10 millones de dólares por su álbum In the Zone en 2003 y embolsó 6,5 millones de dólares en ganancias después de cubrir los costos de producción.

En contraste, le pagaron sólo cuatro millones de dólares por Blackout , su álbum más reciente. Claro que el dinero de verdad no está en la venta de discos ni en la de entradas a recitales, sino con remeras, llaveros, muñecas e infinidad de productos con la marca Britney.

"Es un área a la que nadie nunca pone atención", dijo Steve Lunt, quien supervisó hasta 2006 las iniciativas musicales de Spears. En su punto máximo, Spears ganó bastante más de 12 millones de dólares por promover compañías como Toyota, Nabisco, cerveza Kirin, Sketchers, Clairol y McDonald s; recibió nueve millones de dólares sólo de Pepsi. Aun cuando siguen funcionando estos negocios, es difícil imaginar por estos días a una compañía que busque para promocionar sus productos.

Por ahora, la gente que rodea a Spears está ocupada con preguntas más básicas: cómo va a vivir la otrora estrella del pop. Los abogados y sus padres están tratando de encontrar el punto medio entre confinarla físicamente y permitirle demasiada libertad.

Si Spears recupera la salud -y su deseo de hacer giras-, ¿todavía habrá una oportunidad de salir a flote? Un retorno al ruedo musical requeriría patrocinadores corporativos, que por el momento probablemente la rechazarían.

Su entorno asegura que su estrella no se está desvaneciendo. "Tiene las herramientas para poder volver a hacer funcionar su carrera", dijo uno de los integrantes de su círculo íntimo, quien debido a su relación con ella habló a condición de guardar el anonimato.

"Debido a que somos tan increíblemente volubles como sociedad, el entretenimiento perfecto es alguien que está en lo más bajo y encuentra la forma de levantarse de nuevo", dijo esa persona. "Si está entera, apta, hermosa y hace bien las cosas, será como imprimir dinero."

David M. Halbfinger y Geraldine Fabrikant

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