El hecho ocurrió ayer a las 18.15 en la esquina de Fader y Almirante Brown del barrio Los Troncos de General Pacheco, partido de Tigre.
Un joven peruano identificado como Juan Carlos Ayala, de 24 años, volvía de realizar unas compras y fue abordado por tres delincuentes que le quisieron robar un pack de gaseosas y su bicicleta.
Ayala se resistió y le hizo frente a los ladrones con la ayuda de un familiar, por lo que comenzó una pelea que terminó cuando, según fuentes policiales, uno de los delincuentes realizó un disparo.
Ese balazo hirió en la cabeza a Tomás Bucarón, un niño de 2 años y 11 meses que jugaba en el patio de su casa.
Su madre, identificada por la policía como Manuela Molina, apareció con el niño alzado en sus brazos y con la cabeza ensangrentada pidiendo ayuda. El nene fue trasladado al hospital de Pacheco, donde se constató que la bala había quedado alojada entre el cuero cabelludo y el cráneo.
"Afortunadamente el proyectil sólo le ocasionó un raspón en el cuero cabelludo. Estamos esperando que baje la inflamación para extraerle la bala, pero está en perfectas condiciones, jugando y charlando con el personal", explicó a Télam Augusto Ovide, director asociado del Hospital Pacheco.
"Estaban robando unos menores y una tercera persona salió en defensa de los que estaban robando. Lo que hizo fue disparar dos tiros de arma de fuego y lamentablemente le pegó uno a mi hijo que estaba en el patio de mi casa.
No sé cuántas personas eran, pero fue él solo el que disparó, no hubo otros disparos", contó el padre de la víctima al canal Todo Noticias.
"Al nene lo trajo al hospital un móvil policial porque la ambulancia, no se por qué motivos, no se presentó. Los médicos dicen que el nene está bien y que tuvo suerte que la bala quedó alojada en el cuero cabelludo. Está bien de ánimo y comió", agregó el padre.
El hecho produjo gran conmoción en el barrio y los propios vecinos colaboraron con la policía para identificar a los autores del robo y en particular, a la persona que había efectuado el disparo.
Con el dato de que el presunto autor del hecho había escapado en un Fiat Siena blanco con vidrios polarizados, los detectives de la Subdelegación de Investigaciones de Tigre comenzaron la búsqueda.
Alrededor de las 20 de anoche, la policía encontró el auto circulando por la ruta 197 y tras una breve persecución lo interceptó en el acceso a la ciudad de Tigre.
En su interior estaba Villalba, sindicado por los testigos, como el autor del hecho, junto a su padre remisero y su madre.
Un jefe policial aseguró a Télam que anoche Villalba reconoció ante sus padres y la policía ser el autor del disparo.
Villalba fue trasladado esta mañana a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Tigre, a cargo del fiscal Santiago Quian Zabalía, para ser indagado, pero no trascendió si allí ratificó o no su confesión.
