La eliminación de las lámparas incandescentes del mercado se basa en "la rapidez con que se puede generar un ahorro en la demanda energética que puede ayudar a evitar el agravamiento de la crisis", señaló la organización a través de un comunicado.
Además, "significa incorporar en el mediano y largo plazo, medidas de eficiencia energética con tecnologías disponibles que reemplazan eficazmente la iluminación convencional", indicó el texto.
Las lámparas de bajo consumo ofrecen la misma iluminación, pero consumen un 75% menos de energía.
Más de mil lámparas bajo consumo fueron donadas hoy a las organizaciones APAER (escuelas rurales), MOCAR (Movimiento de Cartoneros), Responde (pueblos rurales) y el Comedor los Piletones, quienes se encargaran de distribuirlas en los sectores que menos recursos para realizar un reemplazo de lámparas de manera inmediata.
Greenpeace remarcó que "un programa que contemple el cambio de algunas lámparas en el 60% de los viviendas, un reemplazo parcial mayor en el 25% y el reemplazo total en el 15% de las viviendas restantes, representa una disminución del consumo similar a la generación de energía eléctrica de la Central atómica de Atucha".
La organización recordó que "Canadá, Australia, Irlanda, Venezuela, Cuba y Nicaragua son algunos de los países que establecieron una fecha límite para la venta lámparas incandescentes".