El actor, de 61 años, que en la pantalla tiene que salvar a un grupo de misioneros secuestrados en Birmania, dijo que ha querido distanciarse de las anteriores entregas de Rambo, "demasiado Hollywood, mucho músculo y alejadas de la realidad", las describió.
"El mundo es violento -insistió- lo que explica que, cuando acaba una guerra, comienza otra. Las personas mayores deciden empezar los conflictos pero son los jóvenes los que van a luchar. ¿Puede Dios arreglar todo esto?. Sinceramente, no lo sé".
Stallone espera haber contribuido a "denunciar esos conflictos de los que nunca se habla, pero que sufren miles de personas a diario, como es el caso de Somalia, Kenia, Irak o la propia Birmania".
El actor contó que "cuando me empecé a documentar sobre esta guerra civil, que lleva más de 60 años, y leía que quemaban vivos a niños, llegaba a tirar enojado el libro contra las paredes".
Sobre las próximas elecciones en su país, dijo que su candidato favorito es el senador republicano John McCain, "un tío con grandes huevos y eso me gusta", al tiempo que descartó entrar en política como hizo Arnold Schwarzenegger, "un animal político que llegará, si lo hace bien, a ser presidente del país".(Télam)