La familia no se amedrentó y gracias a los buenos oficios de la Secretaría de Protección Ciudadana y la Oficina de Derechos Humanos de Tigre se pudo encauzar la investigación por el camino correcto.
Más de cien personas participaron del evento que estuvo animado por música folclórica, donde estuvieron acompañando a esta familia trabajadora, familiares de otros jóvenes víctimas del gatillo fácil bonaerense como Sonia Colman (vendedora ambulante muerte por un perdigón de Itaka policial el pasado 23 de diciembre), Maxi Maidana asesinado hace once años también por policías de El Talar y Elba, la madre de José Guillermo Ríos asesinado en el 2000 por policías de Don Torcuato.
Roberto Cardozo, el papá de Lucas reclamó, ahora que se ha podido aclarar que el chico no llevaba drogas, que se cambie la carátula de homicidio culposo que permite que el policía siga libre.
También estuvieron presentes entre otras organizaciones sociales, la agrupación “Hijos en Lucha” que nuclea jóvenes y familiares de victimas de abuso policial y gatillo fácil.