El ingreso fue advertido por un plomero que trabaja en el lugar y que llamó al propietario del comercio -que vive allí- quien fue a verificar qué ocurría, ya que en la fábrica trabajaban para ese momento algunos operarios.
Al llegar, el propietario fue sorprendido por los delincuentes, que estaban armados con armas largas y cortas y lo maniataron al igual que a su familia y a los trabajadores.
Los asaltantes robaron 40 mil pesos que había en la fábrica, además de efectos personales de las víctimas.
Pero todos los movimientos le resultaron sospechosos a un vecino de la fábrica, que llamó al número de emergencias 911 y momentos después llegaron al lugar tres patrulleros de la comisaría octava de la Policía Distrital de San Isidro, con sede en Villa Adelina.
La llegada de la policía coincidió con la huída de los ladrones, quienes se dividieron en dos grupos para escapar.
Los delincuentes dispararon en su huida contra los policías, que también lo hicieron, por lo que se inició un tiroteo.
Las fuentes dijeron que en esas circunstancias dos delincuentes fueron detenidos con un revólver calibre 38 con cinco vainas servidas en su tambor y una intacta y una escopeta.
Los delincuentes, dos hombres mayores de edad, tenían un bolsón color azul, en cuyo interior se hallaba el dinero que habían robado de la fábrica, 40.000 pesos, además de joyas y los celulares del propietario y su familia.
Como consecuencia del enfrentamiento, un policía quedó herido con un balazo en una de sus piernas, por lo que fue asistido en el hospital de la zona y se recuperaba favorablemente.
La causa judicial fue caratulada como "robo calificado, asalto a mano armada, privación ilegal de la libertad, atentado y resistencia a la autoridad, lesiones" y quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Vicente López, que depende del Departamento Judicial San Isidro.
