La detención de Fernández Laborde fue efectuada ayer por efectivos de la comisaría primera de la Policía Federal en el Banco Ciudad ubicado en Florida 302, en pleno microcentro porteño, a tres cuadras de Plaza de Mayo.
La modalidad de Fernández Laborde era presentarse a sacar créditos con una identidad falsa y documentos apócrifos, explicó un vocero de la investigación.
Efectivos de la brigada de la comisaría primera lo detuvieron ayer cuando se presentó en ese Banco Ciudad a retirar una tarjeta de crédito con un documento falso, con el apellido Borsellino.
Fuentes de la comisaría primera indicaron a Télam que la investigación comenzó hace dos meses, cuando el verdadero Borsellino denunció que lo habían llamado del Banco Comafi para informarle que habían rechazado la solicitud de un crédito porque figuraba en la base de datos de deudores del "Veraz" porque había accedido a varios créditos bancarios. Borsellino explicó que él no había realizado ninguna gestión por un crédito ni en ése ni en otros bancos.
Así fue que la policía comenzó a seguir los pasos del falso Borsellino hasta que ayer lo detuvieron en el banco y luego se sorprendieron al identificarlo como Fernández Laborde,
Los investigadores sospechan que Fernández Laborde no sólo le robó la identidad a Borsellino, sino que cometió varias estafas similares desde que recuperó su libertad hace nueve meses.
El ex integrante del clan Puccio ahora quedó imputado del delito de estafa y será indagado en Tribunales.
Fernández Laborde fue uno de los integrantes del clan liderado por Arquímides Puccio y sus dos hijos que secuestró a los empresarios Eduardo Aulet, el 5 de mayo de 1983; Emilio Naum, el 22 de junio de 1984; Ricardo Manoukian, el 22 de julio de 1982; y Nélida Bollini de Prado, el 23 de julio de 1985.
El 26 de diciembre de 1995 los miembros del clan fueron condenados a reclusión perpetua por esos secuestros extorsivos seguidos de muerte, a excepción del caso de Bollini de Prado, quien fue rescatada sana y salva en la casa.
La banda cobró millonarios rescates por las víctimas, a quienes mantenían privadas de la libertad en el sótano de la casona de los Puccio situada en Martín y Omar 544 de San Isidro.
