Rodríguez Zapatero además expresó su "agradecimiento" al presidente Néstor Kirchner por su "actitud de colaboración con el gobierno de España para dar respaldo, atención, apoyar, ayudar a esta colectividad de españoles que hay aquí en la Argentina", y señaló su convencimiento que el mismo rumbo seguirá el gobierno de su sucesora, Cristina Fernández.
"Esta tarde, cuando he llegado a Buenos Aires, he ido a visitar el Parque de la Memoria, donde se recuerda a tantos y tantos desparecidos en estas tierras, y también desaparecidos españoles. En su recuerdo he lanzado unas flores en el Río de la Plata, allí donde los arrojaban vilmente", señaló.
Agregó que se sentía "muy orgulloso de ser el primer presidente del gobierno de un país que visita el Parque de la Memoria en homenaje a Argentina y a todos los que sufrieron en la Argentina".
"Yo creo en el futuro de la Argentina, y creo en su progreso", sostuvo luego en una frase que arrancó fuertes aplausos y vítores de una multitud que colmaba el patio descubierto del Club Galicia, agitando banderas del PSOE, de España y de la Argentina, y que aguardó su llegada escuchando la actuación de Fito Paéz y del grupo de música celta Xeito Novo.
"Afortunadamente, Argentina, al igual que España hace tres décadas, arrancó en el camino sin retorno de la democracia y de la libertad, de los derechos de los ciudadanos, y hoy Argentina, que ha tenido momentos difíciles, está nuevamente arrancando hacia el progreso, hacia el futuro", dijo.
Rodríguez Zapatero no olvidó en este panorama a sus conciudadanos, a quienes expresó su agradecimiento por haber "seguido contribuyendo y creyendo en el fututo de la Argentina, pese a que han tenido que padecer situaciones muy difíciles".
Aseguró que "España apoyó a la Argentina en momentos más difíciles, España apoya hoy a la Argentina y España apoyará a Argentina mañana porque es un pueblo hermano que siempre se ha portado bien con los españoles".
Resaltó que "esas banderas que ondean juntas, las de España y la de Argentina, son hoy banderas de libertad, de democracia, de cooperación, de dos países que son respetados en el mundo, que solo sueñan y solo desean el progreso de la gente, de los trabajadores, de los derechos de los ciudadanos, y que no quieren ningún retroceso ni quieren estar sometidos a ningún dictado de aquellos que ven el mundo solo un teatro para imponer sus políticas, vengan de donde vengan".
Gran parte de su discurso estuvo dirigido a poner de relieve la actitud del gobierno del PSOE para con la inmigración, legalizando "casi 700.000 trabajadores irregulares", según dijo, y la nueva legislación aprobada en España, que concederá la ciudadanía de ese país a los nietos de españoles que debieron emigrar por causas económicas o de persecución política.
Rodríguez Zapatero recordó a los jóvenes nietos de españoles que obtengan su pasaporte, que "tienen un doble compromiso", el primero, de "demostrar a todos sus compatriotas aquí en la Argentina que son dignos herederos de lo mejor que ha dado España, la gente que ha tenido que salir a trabajar fuera pensando en su familia".
El segundo compromiso, señaló, es el de "saber que ese pasaporte de la España del siglo XXI, que desea la inmensa mayoría de los españoles, frente a cualquier barrera u obstáculo, quiere decir paz, libertad convivencia y solidaridad y justicia".
Asistieron, entre otros dirigentes argentinos, el gobernador electo de Santa Fe, Hermes Binner, el intendente de Morón, Martón Sabbatella; el secretario de la Función Pública, Juan Manuel Abal Medina; el ex jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, la titular del Inadi, María José Lubertino, el diputado nacional electo Roy Cortina, el dirigentes socialista Héctor Polino, y el presidente del Frente Grande en el orden nacional, Eduardo Sigal. ().
Previamente, Rodríguez Zapatero se reunió en la embajada de España con dirigentes y presidentes de centros y asociaciones españolas en la Argentina.
