El secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano, informó ayer que el conflicto se inició "en rechazo de un despido y la falta de pago de los salarios".
El gremialista sostuvo que se "incumplieron" los acuerdos oportunamente firmados en relación con el traspaso de los choferes al sindicato camionero y, además, se produjeron cesantías.
Denunció también el adeudamiento de dos meses de haberes, por lo que también dispuso el bloqueo de la firma con 200 vehículos.
La huelga comenzó a las 6 de ayer en la planta central distribuidora de Paty de Panamericana e Yrigoyen, en Martínez, partido de Vicente López.
Moyano sostuvo también que los choferes y ayudantes perciben unos 1.200 pesos mensuales, cuando deberían cobrar 2.800 pesos.
Además, el dirigente sindical denunció el despido de un trabajador por exigir "el inmediato traspaso del personal al convenio colectivo 40/89 de camioneros" y subrayó que los empresarios también se oponen a la elección de delegados.
Por su parte, el director de Quickfood, Luis Bameulle, consultado hoy por Télam, sostuvo que la empresa es "una suerte de rehén" en un conflicto "entre el sindicato y las empresas tercerizadas que transportan mercaderías a la planta de
distribución".
Refirió que la empresa de comestibles "es ajena" a la situación salarial del personal camionero, y dijo que las tercerizadas son "decenas de pequeñas o medianas empresas que tienen sus propios convenios sindicales".