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Policías asesinados: Determinan que los sospechosos estuvieron en la escena del crimen

Los investigadores del asesinato de tres policías en La Plata dicen tener acreditado que los dos sospechosos aprehendidos por el hecho estuvieron en la escena del crimen, mientras que buscan a otros tres cómplices y avanzan en la hipótesis de que se trató de un caso pasional.
Fuentes judiciales y policiales dijeron a Télam que los pesquisas llegaron a estas conclusiones en base a todas las pruebas secuestradas en los allanamientos realizados ayer y a los resultados de los primeros peritajes que se realizaron en el auto de uno de los acusados, donde se encontró sangre humana.

Los aprehendidos por los crímenes son Leandro Colucci, de 27 años, empleado del ministerio de Desarrollo Humano bonaerense, y Gustavo Gabriel Mastrovita, de 28, barrabrava de Estudiantes de La Plata y guardaespaldas de políticos.

Las situaciones de ambos deben ser definidas en las próximas horas a pedido de la fiscal Leyla Aguilar por el juez de Garantías César Melazo, quien ayer autorizó todos los operativos que se realizaron en el marco del expediente.

Los oficiales Alejandro Vatalaro y Ricardo Torres Barbosa y el sargento Pedro Díaz fueron asesinados a balazos y puñaladas la madrugada del 19 de octubre en un predio del Ministerio de Seguridad bonaerense situado en las afueras de La Plata.

En la causa se reunieron elementos para determinar que hasta ese lugar fueron Colucci y Mastrovita a bordo de un Crevrolet Corsa blanco propiedad de la madre del primero que anoche fue secuestrado, junto con al menos tres personas más.

Esos sospechosos son un allegado a Colucci, un barrabrava de Cambaceres y empleado de la UOCRA y un ex policía.

Tras el crimen, se cree que Colucci escapó manejando una camioneta policial de los uniformados muertos, seguida del Corsa, conducida por Mastrovita.

En el camino, se cruzaron con un taxista con el que mantuvieron un altercado de tránsito y fue quien elaboró un identikit para dar con Colucci.

A medida que se comenzó a investigar a este empleado, se determinó que mantuvo una relación afectiva de cerca de siete años con una joven llamada Noelia, quien al parecer lo abandonó tras conocer al oficial Vatalaro.

Según las fuentes, ambos se conocieron cuando realizaron una pasantía en el área de comunicaciones del Ministerio y cuando Colucci se enteró empezó a amenazar a la joven, quien tras el asesinato de Vatalaro se animó a declarar.

Noelia y su madre relataron a la fiscal Aguilar que Colucci la amenazaba a través de mensajes que le dejaba en su teléfono particular y también en el celular, pero la comunicación más intimidatoria fue cuando ella estaba en el velatorio de Vatalaro.

"Primero fue 'Cachorro', ahora estás velando a Ale y la que sigue sos vos", sostuvo la chica que la amenazó su ex pareja y explicó que el primero es un ex policía bonaerense que fue asesinado hace algunos años en dudosas circunstancias en una bailanta.

A esto se sumó que se determinó que el sospechoso tiene varias causas abiertas por estafas y riñas, aunque en ninguna fue condenado y con esos datos, ayer se allanó su casa, donde se hallaron varias pruebas que lo "comprometen seriamente", dijeron los voceros.

En el domicilio se encontró el Corsa descripto por el taxista y la Policía Científica detectó sangre en el teclado de luces, que había sido limpiada, en la alfombra del baúl y en el piso del asiento trasero y ahora realizarán estudios para determinar si pertenece a Colucci, o a alguna de las víctimas.

Además, se hallaron un cartucho de escopeta con sangre, un par de zapatillas con manchas similares a las levantadas en la escena del crimen y un hierro con sangre y pelos.

En tanto, Mastrovita quedó aprehendido luego de que recibiera una citación judicial por una causa que le inició su ex pareja por maltrato y con esa excusa efectivos de la DDI de La Plata lo dejaron detenido.

Una de las principales sospechas contra Mastrovita es que tiene una herida de bala en su mano izquierda que, se cree, pudo haber sido disparado por uno de los policías cuando se defendieron del ataque.

Además, en el lugar donde se encontró sangre en el auto coincide con la de un hombre que manejó con la mano herida, explicaron las fuentes.

Sin embargo, la familia del acusado aseguró que el balazo es producto de un asalto que sufrió dos días después del asesinato de los efectivos y que es de una bala calibre 22 y no 9, como la que usan las fuerzas de seguridad.

En el allanamiento en la casa del barrabrava se hallaron también ropas que se comprobó que tuvieron sangre y fueron lavadas, así como cuchillos similares a los que se usaron para matar a los policías.

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