El hecho ocurrió en junio del año pasado en una clínica del partido bonaerense de San Isidro, que al igual que el obstetra y ginecólogo que atendió a la paciente, es demandada por la damnificada.
La demanda judicial, por un millón de dólares, quedó en manos de la Justicia de San Isidro, que deberá analizar las acusaciones de la mujer, a la que debieron extirparle el útero.
En la denuncia se indica que el médico decidió colocarle el dispositivo anticonceptivo sin realizar análisis previos que establecieran si la mujer estaba o no embarazada.
El caso comenzó cuando la mujer, llamada Paula, concurrió a su ginecólogo para solicitarle la colocación de un DIU, intervención que el médico habría practicado sin realizar ningún tipo de estudio previo.
Sin embargo, luego de que le pusieran el DIU, la mujer comenzó a sentir fuertes dolores, por lo que recurrió nuevamente a su ginecólogo, quien la derivó a la guardia del sanatorio.
Allí, se le quitó el dispositivo, pero los dolores no cesaron, lo que llevó a Paula a concurrir nuevamente a la clínica, a donde llegó ya con una fuerte hemorragia.
Los médicos de la clínica le diagnosticaron a Paula un "shock séptico ginecológico y perforación uterina", de acuerdo con lo que figura en el expediente.
Ante el cuadro clínico que sufría la mujer, se decidió practicarle la extracción del útero y fue allí que el médico obstetra descubrió que su paciente estaba embarazada.
Durante la intervención, la mujer no sólo perdió el embarazo, sino que además perdió la posibilidad de ser madre.
Luego de asesorarse Paula -patrocinada por el abogado Gregorio Dalbón- entabló una demanda por un millón de pesos contra el profesional médico y contra la clínica de la zona norte del conurbano.
El expediente quedó en manos del juez de Garantías de San Isidro Diego Martínez.
NA