Con un tímido "Hola, bienvenidos" Gustavo Cerati, Charly Alberti y Zeta Bosio dieron el puntapié inicial con Juegos de seducción. El clima del concierto fue creciendo, tardó en entrar en temperatura, la banda no apeló de entrada a los hits, sino que desempolvó olvidadas canciones como “Teleká” e “Imágenes retro”.
Lo que hizo el trío fue recorrer de manera no lineal todos sus discos en la que se pasó por “Dynamo” con “Texturas”, “Fue” y “Primavera cero”. “Signos” aportó el tema homónimo, la célebre “Persiana americana” y “No existes”.
La puesta en escena fue impecable con un escenario que se centró con tres pantallas verticales y tres parrillas circulares que reflejaban las luces creando un efecto visual atractivo.
“La ciudad de la furia” provocó el primer canto colectivo de la noche, y fue seguida por la invitación de Cerati a un picnic en “Picnic en el 4°B”, a la que engancharon “Cuando pase el temblor". Después aquietaron las aguas con “Corazón delator”.
"Bueno, momento de bailar un poco, che", arengó y a continuación todo River sacudió sus cuerpos al compás de “Sobredosis de TV”, que sonó con algunos arreglos nuevos.
El público acompañó cada canción y disfrutó con momentos en que la banda ofrecía aquellas canciones que no fueron singles radiales pero que sí están muy metidas en la memoria colectiva de los fans.
El tramo final estuvo acompañado por temas de Canción Animal, como “Sueles dejarme solo”, “En el séptimo día” y “De música ligera”, que desató la alegría de todos los seguidores. Después llegaron los bises eternos en el que los Soda iban y venían entre los que estuvieron “Prófugos” y “Nada personal” y el cierre con “Vitaminas”.
Soda Stereo en la piel de Gustavo, Charly y Zeta volvió, causó temblor y ratificó que es una banda que mantiene un influencia, diez años después, no solo en Argentina sino en toda Latinoamérica de manera indiscutible, lo que hace replantear el momento actual de la música en la que no hubo un salto de calidad y quizás por eso la nostalgia ganó a muchos y la banda, con los millones en danza, decidió pegar la vuelta.
La gente hizo largas colas, muchos acamparon días antes para ver regresar a sus ídolos que brindaron tres noches brillantes e impecables, sin fisuras y de alto vuelo. Antes del adiós, tras estos tres Rivers, Cerati dijo: “nos vamos a dar una vueltas por ahí, y luego volvemos” A Soda habrá que reinventarle en nombre a aplanadora del rock.
La previa a pura risa y sarcasmo
Peter Capusotto, en la piel del cómico Diego Capussotto, matizó las horas de espera con una buena dosis de risa en la que mostró videos empezaron de músicos fracasados como Beto Queantró con su hit inconcluso "Algo está por pasar, algo esta por venir" porque era aplastado por un camión, un auto o un tren hacía estallar a carcajadas a los presentes.
Hasta se develó el misterio y se aportó el dato la influencia de Juan Domingo Perón en Soda Stereo marcaron los momentos más divertidos de la previa.
Luis Viviant
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