Roberto Moya, representante de Vialidad ante el Consejo Provincial de Seguridad Vial, confirmó la adquisición de los radares, pero explicó que su entrada en funcionamiento se producirá "cuando se cumplan todos los pasos legales y técnicos", previstos en la ley de emergencia vial provincial de este año.
"Se indicará con precisión dónde estarán ubicados los radares y la velocidad máxima que se debe respetar, porque la intención es mejorar el tránsito y no buscar una forma de recaudación", destacó Moya.
El funcionario dijo también que los radares servirán para "controlar y sancionar el incumplimiento de las velocidades máximas" y, además, "detener al conductor que comete la infracción, porque lo fundamental es la sanción, no que la multa se pague y el trasgresor siga cometiendo la contravención".
El uso de radares para detectar los excesos de velocidad y cobrar las multas fue suspendido por sucesivas prórrogas de la Legislatura bonaerense desde fines de 2002.