Los allanamientos y las detenciones se realizaron en las localidades de Villa Adelina, Pablo Nogués e Ingeniero Maschwitz.
Los investigadores determinaron que la banda robaba lujosas camionetas a pedido y las víctimas eran personas que salían de cenar de los restorantes ubicados cerca de la bajada de la calle Thames de la Panamericana.
Según las fuentes, esos vehículos luego eran entregados a reducidores o comerciantes que fraguaban los papeles para venderlos.
El punto de partida para la investigación fue el caso de la periodista gráfica Mónica Alejandra Testoni, de 37 años, quien el 30 de agosto último fue interceptada en la colectora de la Panamericana cuando manejaba su camioneta Land Rover Discovery, rumbo al country donde vive.
Un automóvil marca Volkswagen se le cruzó en el camino e incluso llegó a chocarla y dos delincuentes que se bajaron del auto se subieron a la camioneta.
Los asaltantes retomaron la Panamericana en sentido a Capital Federal, traspasaron a la periodista al otro auto, donde estaban otros dos delincuentes, y llevaron a la víctima a un cajero automático de una estación de servicio donde la obligaron a extraer dinero, según contaron las fuentes.
Finalmente, la periodista fue liberada en Panamericana y Ugarte, a la altura de Olivos, y Testoni tomó un colectivo hasta la calle Panamá y colectora, donde denunció lo sucedido a unos policías que la trasladaron a la comisaría décima de San Isidro.
A los pocos días, la policía recuperó la camioneta de Testoni en Capital Federal e inició la investigación que produjo las detenciones y que continúa con el objetivo de desbaratar a los reducidores de autos que compraban los vehículos.
