Kirchner aprovechó ese escenario internacional para respaldar la demanda de la justicia argentina para que se detenga a ex funcionarios iraníes y para que Irán colabore en la investigación por el atentado contra la AMIA, en el que están sospechados ciudadanos de ese país.
"Quiero dejar sentado aquí, en la Sede de las Naciones Unidas y ante el resto de los países del mundo que hasta hoy, lamentablemente, la República Islámica de Irán no ha brindado toda la colaboración requerida por la justicia argentina para el esclarecimiento de los hechos", planteó el mandatario.
En la oportunidad, el presidente planteó que "todos los actos de terrorismo son criminales e injustificables", advirtió que "no existe Nación en la tierra que pueda considerarse fuera del alcance del terrorismo" y cuestionó que se "tolere o financie" esas actividades.
Asimismo, y ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) Kirchner volvió a abordar el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas y dijo que "es incomprensible la pertinaz renuencia británica" a aceptar un diálogo con la Argentina para discutir la cuestión.
En ese sentido, el mandatario invocó "el objetivo permanente e irrenunciable de recuperar el ejercicio pleno de la soberanía argentina" para hacer un nuevo y formal pedido a Gran Bretaña y expresó su rechazo a que Gran Bretaña intente establecer nuevos límites en los espacios marítimos próximos a Malvinas.
Por otro lado, el presidente también reiteró su reclamo de "reforma" del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero advirtió que no deben crearse "categorías privilegiadas" con ese fin, sino apuntar a que sea "más representativo".
En otro tramo de su discurso, Kirchner reafirmó su posición de que "hay vida después del Fondo" Monetario Internacional y defendió la "autonomía" económica de la Argentina que, dijo, la colocó en una posición "sólida, ordenada y previsible".
Recordó, en ese sentido, que su gobierno se encontró ante "un Estado vaciado por la aplicación rígida de las recetas del FMI", tras lo cual remarcó que hoy la Argentina "ha ganado autonomía y administra soberanamente las variables de la macroeconomía".
También, el mandatario aprovechó para destacar la labor de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y se refirió a la "monumental dignidad de su lucha", al recordar que el pueblo argentino sufrió "en carne propia la ineficacia de un sistema multilateral de derechos humanos inoperante".
Al realizar una síntesis de la situación económica que atraviesa actualmente la Argentina, Kirchner hizo referencia a los importantes índices de crecimiento logrados por su gestión, "ante la incredulidad crítica de los promotores de las recetas ortodoxas".
Precisó que "a partir de políticas monetarias cautas, un gasto público ordenado y un fuerte superávit fiscal que nos permite enfrentar o morigerar posibles crisis externas, Argentina viene desendeudándose y creciendo a una tasa cercana al 9 por ciento en los últimos cinco años".
En otro orden, Kirchner calificó a la "integración regional" como prioritaria en la política de relaciones exteriores de su gestión y puso de relieve que "en las últimas dos décadas, a partir del Mercosur, la Argentina ha consolidado fuertes vínculos comerciales con los países de la región".
Añadió que "las relaciones comerciales van más allá de los límites regionales", al precisar que las negociaciones multilaterales en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio "adquieren particular significación, ya que de ellas depende la liberalización de los mercados agrícolas".
Finalmente, Kirchner reafirmó que la Argentina "estará presente en todos los ámbitos multilaterales", al sostener que esa participación "es el instrumento más eficaz para poder ganar la batalla contra el hambre, la pobreza, la exclusión y la degradación ambiental". (Télam)
