La iniciativa tiene como objetivo destacar la relación de amistad entre las dos naciones, como así también fomentar el intercambio cultural y promover a la Argentina como destino turístico y a Buenos Aires como ciudad cultural, innovadora y creativa.
La tela que cubre el monumento por los cuatro costados se encuentra iluminado por los nuevos equipos que fueron donados por la embajada de Alemania y empresas de ese país como Allianz, Osram y Siemens, que apoyan la celebración.
Además del “obelisco vestido”, en la Plaza de la República se podrá visitar hoy y mañana, de 10 a 20, una exposición de fotos en las que se apreciará su construcción.
El cónsul de Alemania en la Argentina, Félix Schwarz, señaló que la celebración “se da en un momento en que las relaciones entre nuestros países son muy buenas, en todos los campos: político, cultural, científico".
Su historia
El Obelisco, proyectado por el arquitecto Alberto Prebisch, un argentino hijo de alemanes, fue erigido en el récord de 31 días por 157 trabajadores, en su mayoría venidos de Europa, de un grupo de empresas germanas encabezadas por Siemens.
El emblema de Buenos Aires, de 67,5 metros de altura, y una base de siete por siete, conmemora las dos fundaciones de la ciudad, en 1536 y en 1580, así como su designación como capital federal en 1880. Señala también el lugar donde se izó por primera vez la bandera nacional en la ciudad.
El hecho que marcó el comienzo de las relaciones argentino-germanas fue un tratado firmado en 1857 entre el gobierno argentino, presidido por el general Justo José de Urquiza, y el de Alemania, representado por el Rey de Prusia.
Luis Viviant
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