Gordon no modificó el acuerdo sobre la custodia, pero ordenó que tanto Spears como Federline no deben consumir alcohol o sustancias que no requieren prescripción al menos 12 horas antes de ver a sus hijos.
También le ordenó a Spears que se entreviste con un "asesor familiar" al menos dos veces por semana durante un total de ocho horas, de acuerdo a DPA.
Pero, los disgustos para Britney Spears no terminan ahí, ya que tanto su abogada como su manager decidieron renunciar a trabajar con ella.
The Firm, la agencia a cargo de la representación de la cantante pop, dio a conocer un comunicado en el que señaló que "hemos terminado nuestra relación profesional con Britney Spears".
"Creemos que ella posee un enorme talento, pero las circunstancias actuales nos han impedido hacer adecuadamente nuestro trabajo", agrega.
En cambio, la abogada Laura Wasser no quiso dar a conocer los motivos para su decisión de no representar más a Britney Spears en su disputa por la custodia de sus dos hijos, Sean Preston y Jayden.
Un ex guardaespaldas de la artista, Tony Barretto, se había ofrecido como testigo en el proceso entre Spears y su ex marido Kevin Federline.
La abogada de Barretto dijo que su cliente iba a contar sobre el supuesto consumo de drogas de Britney y la violación de sus obligaciones tutelares.