"De repente apareció un delincuente, de unos 35 años, que estaba muy nervioso, no sé si drogado y con un arma en la mano. Me hizo bajar del auto, que es un Volkswagen Gol de dos puertas, se subió a la parte de atrás, me apuntó y me obligó a manejar y alejarme de la zona donde había policía", contó Fernández.
Según la víctima, el ladrón les robó arriba del auto el dinero que tanto él como su compañero -ambos trabajadores de mantenimiento del Centro Naval de Olivos- tenían encima, en total unos 300 pesos.
"No se conformó con eso y empezó a revisarme los papeles del auto y vio en el registro la dirección de mi casa y me dijo 'vamos para San Miguel'", comentó Fernández.
La víctima explicó que "el momento más tenso" fue cuando agarraron el Camino del Buen Ayre rumbo a San Miguel y, ante la gran cantidad de patrulleros de la Gendarmería, el delincuente le decía: "Si les llegás a hacer luces o alguna seña te meto un balazo en la nuca".
Fernández contó que llegaron a su casa, sobre la calle Salguero al 300 de San Miguel, alrededor de las 16.30.
Dentro de la vivienda, el delincuente utilizó al compañero de trabajo de Fernández como peón de carga, ya que le indicaba qué electrodomésticos cargar en el auto, mientras él tenía encañonado al dueño de casa.
Además, revisando entre las cosas de su mujer, el delincuente encontró "unos 2.000 pesos, entre dólares y moneda nacional" que su esposa tenía en ahorros y que él ignoraba que existían.
Según Fernández, en su casa estuvieron alrededor de una hora, hasta que el delincuente les ordenó a él y a su compañero a volver al auto para la fuga.
"En ese momento veo que mi señora se baja en la esquina del colectivo", relató.
Fernández convenció al asaltante para no volver, llamaron a su esposa por celular y el ladrón la amenazó diciéndole que si llamaba a la policía, mataba a su marido.
La mujer no le hizo caso y llamó al 911, la policía llegó de inmediato a la casa e irradió un alerta, pero nunca localizaron el Volkswagen Gol de Fernández.
El delincuente llevó a los empleados hasta una villa ubicada en Uruguay y Rolón, de Béccar, donde después de descargar lo robado, los liberó y devolvió el auto.
El caso es investigado por la policía de San Miguel y la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 24 descentralizada de
Malvinas Argentinas.