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Expertos opinan que los docentes afrontan frustración y desanimo

Expertos opinan que los docentes afrontan frustración y desanimo
Los docentes afrontan hoy una situación de frustración y desánimo, que heredaron en parte de la crisis económica y social del 2001, cuando debieron responder a las necesidades básicas de los alumnos, consideraron hoy especialistas en el tema, al conmemorarse mañana el Día del Maestro.
"El docente hoy tiene otras dificultades, comparativamente con el 2001; disminuyó la crisis más social y económica, pero se empezó a agudizar una crisis psicosocial y afectiva donde influye todo lo que ocurrió en ese pasado traumático".

Así se expresó el psicólogo especialista en educación y docente de la Universidad Nacional de San Andrés, Juan Alberto Peragallo, en diálogo con Télam, tras destacar que esta problemática "está poco trabajada, y es donde aparece el mayor conflicto para los docentes".

Añadió que, entre las situaciones que se presentan en la escuela, hay en muchos casos una realidad "compleja" en la relación con la escuela, los docentes y los padres de los alumnos.

Señaló que a veces hay cuestionamientos muy ligeros y agresivos que se le hacen al docente que lo "dejan mal parado, por lo que tiene que ser fuerte frente a estas agresiones y manterse centrado en lo que es la educación del niño y el buen trato".

Por su parte, la psicopedagoga Viviana Olguín, maestra de recuperación de la escuela 22 del Distrito Escolar 6 del gobierno porteño, coincidió en caracterizar como crítica la situación por la que atraviesan hoy los docentes.

"Hoy tenemos un docente frustrado con lo que hace; en líneas generales, alienado. Si una palabra lo define es esa", dijo la docente.

Olguín precisó que los docentes viven una situación de "desgaste, frustración y mucho problema emocional, mucho problema psíquico y esto no se advierte".

Sostuvo que esta situación tiene que ver con un desprestigio de la función docente que se combina con una devaluación también del rol parental, ya que están muy unidas ambas funciones en el imaginario social.

Y en este sentido, precisó que hay una visión de la sociedad "con cierto dejo de inmoralidad, por las faltas reiteradas, la imposibilidad de corregir lo cotidiano".

Reconoció que la crisis del 2001 "en la que la escuela sobrellevó una problemática social y económica que talló en lo pedagógico porque había que dar de comer, y no se les podía exigir a los pibles, dejó sus huellas marcadas".

No obstante, consideró que los problemas en la educación "son anteriores aunque en ese momento se cristalizaron".

Si bien la situación de aquel momento no es la misma que hoy, "en las aulas los cambios se ven pero muy poco, por diferentes factores como el descreimiento que sufre la institución escolar y la confusión entre información y conocimiento", consideró.

"Hoy parece que prima más la información, que es algo rápido y efímero, que el conocimiento, que lleva un proceso de trabajo", explicó.

Precisó que modificar las prácticas sociales requiere tiempo, y puso el acento en la necesidad de "poner la mirada en lo pedagógico nuevamente".

Añadió que actualmente se mantiene la función asistencialista, al reconocer que "las escuelas siguen con sus comedores; y aunque la oferta es otra, dentro de los imaginarios de los actores institucionales, docentes, directivos, alumnos y padres se sigue esperando la comida, el lápiz, la goma, el cuaderno".

Para la psicopedagoga Alicia Fernández, asesora en instituciones educativas brasileñas y argentinas y docente de la UBA, después del 2001 "no hubo un reconocimiento de lo que fue el rol del docente, de mantener hasta la vida biológica, y eso llevó a una frustración, al desánimo".

No obstante, la especialista reconoció que "los maestros aprendieron mucho; fue un golpe que permitió ver la distancia que había entre el alumno ideal y el real".

Señaló que hay muchos maestros que hacen grandes esfuerzos y "están sucediendo cosas muy interesantes, en espacios invisibilizados".

"Yo escucho frases como 'gracias a mi maestro salí de la droga', o 'mi maestra me mostró que otra forma de vivir es posible' o 'gracias a mi maestra empecé a pensar que vale la pena vivir', esto muchas veces no se toma en cuenta cuando se hace la evaluación del trabajo del docente", destacó.(Télam).-

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