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Un artefacto explosivo estalló en la casa de la ex mujer de un directivo de Nestlé

Un artefacto explosivo de baja potencia estalló en el frente de la casa de la ex mujer de uno de los directivos de Nestlé,en la localidad bonaerense de General Pacheco, partido de Tigre.
El hecho ocurrió esta medianoche en Bogotá 1393 de la localidad de General Pacheco, en el partido de Tigre, donde viven la ex mujer y las dos hijas menores de Cristian Antonello, el subgerente de Informática de Nestlé, quien era el verdadero blanco de la carta bomba que estalló ayer en la sede de la empresa en Vicente López.

Con este segundo atentado contra Antonello, los investigadores ya no dudan de que se trata de algo personal contra este empresario y que el autor de ambos hechos es la misma persona.

Voceros judiciales y policiales explicaron que la explosión de anoche ocurrió cuando estaban Ana Alvarez y sus dos hijas.

Antonello no vive más en esa casa porque está separado de su mujer hace pocos meses.

El artefacto hizo estallar los vidrios de una ventana y descolocó los marcos metálicos de la misma, dijeron los investigadores.

Según las fuentes, se trató de una bomba de estruendo que fue dejada en la ventana y encendida con una mecha.

Luego de la explosión, la ex mujer de Antonello llamó al 911 y de inmediato la policía se comunicó con el fiscal de Vicente López John Broyad que investiga desde ayer el atentado en la empresa Nestlé.

Ese episodio ocurrió ayer minutos antes de las 11 en la sede de Nestlé Argentina ubicada sobre la avenida Del Libertador 1855 de Vicente López.

Antonello había recibido el lunes un sobre blanco que contenía un libro envuelto en celofán cerrado al vacío.

El sobre blanco no estaba manuscrito, sino que tenía dos stickers: uno del supuesto remitente que decía Oxford University Press, y el otro con el nombre del destinatario, Cristian Antonello.

El ejecutivo dejó el libro sobre el escritorio del jefe de Informática de la empresa, Cosme Venecialle, de 47 años, quien ayer abrió el paquete que le estalló en las manos.

Por la explosión, Venecialle casi pierde la primera falange de uno de sus dedos y sufrió quemaduras en el rostro, el pecho y ambas manos.

Además destruyó su oficina, ya que dejó un agujero en el escritorio, otro en una silla e hizo volar varias placas del techo.

Lo que se pudo comprobar es que el dispositivo era de tipo casero y estaba armado con una batería de nueve voltios y alambres.

Fuentes judiciales aclararon hoy que el paquete no fue dejado por un motoquero, como señalaron ayer algunos testigos, sino por un hombre mayor que llegó en auto y tiene toda la apariencia de ser un remisero, según pudo apreciar el fiscal Broyad en los videos de seguridad de la empresa Nestlé.

El gerente de Comunicaciones de la empresa multinacional, Hugo Cucarese, aseguró hoy que Venecialle "superó el problema que tenía en uno de sus dedos. Está en una habitación común, con su familia, lúcido, pero lo principal es que no ha perdido su dedo".

Cucarese afirmó que desconoce los motivos del ataque con la "carta bomba" y dijo que "la principal preocupación es la recuperación de nuestro colega".

El gerente de Comunicaciones descartó en principio que el libro explosivo haya sido "un atentado contra la empresa".

"No tenemos ningún antecedente, ni ninguna presunción puntual de que pudiera producirse un atentado, con lo cual estamos sorprendidos e impactados con lo que le sucedió a nuestro colega", dijo.

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