"La verdad que era un paciente muy demandante. Llamaba a cada rato a la enfermera porque le sangraba o le picaban las herdidas. Y fue la enfermera que se dio cuenta que luego de cambiarle las sábanas, le faltaba su tijera", explicó Fontao.
La médica contó que "se revisó al paciente y se descubrió que tenía la tijera escondida debajo de su cuerpo".
"No sabemos con exactitud si a la enfermera se le cayó o si él se la sacó, ya que sólo estaba esposado con una mano, pero lo cierto es que él la tenía escondida y podría haber lastimado a alguien en un nuevo intento de fuga", dijo la directora.
Fontao afirmó que después de ese episodio a Freccero Merlo "le esposaron las dos manos a la cama y se le prohibieron las visitas".
Finalmente, el preso fue trasladado anoche del hospital al sector sanidad del penal de Olmos, la Unidad 1 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), ya que por una disposición preventiva, por temor a represalias, no puede volver a la misma cárcel de donde se fugó.
Freccero Merlo, de 23 años, se fugó el 22 de este mes de la Unidad 21 de Campana, penal donde entre otros presos famosos, están alojados Luis "El Gordo" Valor, Horacio Conzi y Mario Ochoa.
Por la insólita fuga el jefe de visitas y otros cinco efectivos del sector, fueron puestos en disponibilidad preventiva mientras se sustancia un sumario interno para determinar sus eventuales responsabilidades.
Según las fuentes, el recluso aprovechó la visita de su madre y su hermana para vestirse en un baño con ropa de mujer y luego salir del penal haciéndose pasar por la hermana, dejando en ridículo todos los controles del Servicio Penitenciario.
Al no haber empleado violencia en las personas o en las cosas, la evasión de Freccero no es considerada un delito, aunque sus familiares y, si se comprueba, algunos penitenciarios, sí podrían ser procesadas por ayudarlo en la fuga.
Sin embargo, una semana después de la fuga, el martes pasado, Freccero Merlo fue recapturado en el Hopital de Pacheco, donde ingresó con cuatro heridas de bala y dijo que era estudiante universitario y que había sido víctima de un asalto en la zona de Bancalari.
La policía descubrió que en realidad se había enfrentado a tiros en la villa Santa Rita de San Isidro por un problema entre bandas.
Freccero Merlo fue condenado a prisión perpetua el 6 de diciembre de 2004, junto a otros tres cómplices, por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 4 de La Matanza, por haber asesinado a los policías Julio Alvarez y Carlos Gaganian en abril de 2002 durante un asalto a un Correo Argentino de la localidad de Lomas del Mirador.
Su fuga tenía preocupado a Franco Fiumara, uno de los tres jueces de La Matanza que lo habían condenado a prisión perpetua, ya que desde el día de la sentencia lo tenía amenazado de muerte.
