Según su denuncia, a las 14 del viernes, cuando salía con unos 3.000 pesos de la sucursal Moreno del Banco de Galicia y se dirigía a la empresa frigorífica Euro, de ese partido, a pagar sueldos de los matarifes, fue secuestrado por cuatro delincuentes.
Vila aseguró que los asaltantes lo obligaron a subir a un Ford Escort, donde le vendaron los ojos y lo mantuvieron cautivo hasta la mañana del día siguiente.
Finalmente, siempre según su denuncia, el hombre fue despojado del dinero que llevaba, herido de varios cortes en el estómago y abandonado en cercanías del peaje donde hizo la denuncia.
La policía inició una pesquisa y, en base a lo averiguado por efectivos del Destacamento de Seguridad Vial de Autopista del Oeste, comenzó a dudar de los dichos de Vila.
Fue así que al cabo de la pesquisa se descubrió que en realidad Vila se había jugado el dinero para pagar los sueldos en un bingo de la zona y que las lesiones que presentaba se las había hecho él mismo con vidrios de una botella de cerveza.
El hombre quedó acusado de defraudación en Función de Administración Infiel, a disposición de la fiscalía de turno del Departamento Judicial de Mercedes.