"Hoy hay una nueva esperanza. Hoy la casa vuelve a latir", anunció un Jorge Rial que desbordaba entusiasmo ante la tercera versión del reality que sale al aire en lo que va de 2007.
Minutos más tarde comenzó a ingresar a la casa el "casting memorable" de concursantes, tal cual lo definió el conductor. La relacionista pública Mariana Mancini y el cartonero Damián Terrile fueron los primeros en entrar a la mediática vivienda, acompañados hasta la puerta por el incansable Mariano Peluffo.
Uno a uno fueron entrando los 16 habitantes restantes, que tuvieron una presentación a través de videos en los que explicaban quienes eran, qué hacían y por qué habían decidido presentarse para competir en "Gran Hermano 5".
Una vez ingresados los participantes, Rial anunció el inicio del juego -una frase que repitió demasiadas veces a lo largo de las 2 horas y 45 minutos sin cortes comerciales de la primera gala- y comentó algunas de las "sorpresas" de la nueva edición.
Entre ellas, la novedad de que los concursantes apostarán en los desafíos semanales una cantidad de tiempo que podrán usar para abastecerse de artículos de primera necesidad -básicamente alimentos y artículos de limpieza- en un supermercado instalado en el SUM.
Una modalidad que los recién llegados tuvieron que poner en práctica con resultados bastante pobres, a juzgar porque dos carritos de compra con diversos productos van a tener que alimentar a 18 personas hasta el próximo lunes.
También se anunció "el don", una facultad que obtendrá uno de los participantes -por votación, azar o competencia- y que le permitirá salvar a uno de los nominados de la semana. El primer "don" se definirá por competencia en las próximas horas.
Además, el teléfono rojo sonó dos veces. La primera lo atendió Juan Simón y "Gran Hermano" le ordenó elegir a uno de sus compañeros. El más joven de la casa eligió a Mariana, antes de que la voz del programa le indicara que ambos iban a tener que dormir juntos en la carpa instalada en el jardín.
La segunda vez atendió Solange, quien tuvo menos suerte. La peluquera oriunda de La Rioja recibió la mala noticia de que quedaba automáticamente nominada.
Aunque eso no fue suficiente para desanimar a los participantes, que brindaron con champagne -aparentemente del mismo supermercado de descuento que auspicia el ciclo- y comieron una picada mientras comenzaban a conocerse, en lo que Rial denominó, fiel a su estilo exagerado y reiterativo, "una gala que va a quedar en la historia".
La primera gala de nominaciones del programa se llevará a cabo el viernes y la primera de expulsión el lunes. Quedará por verse si el público permanece fiel a un programa que ya acaparó demasiadas horas en la programación y cuya fórmula parece estar agotada. (Reporter
