edición 7333 - visitas hoy 60237

elcomercioonline.com.ar Noticias Zona Norte

Noticias Zona Norte

¿Hablar mucho entre amigas hace mal?

¿Hablar mucho entre amigas hace mal?
Siempre se aconsejó a grandes y chicos que no escondan sus problemas, que expresen lo que sienten y que conserven a los buenos amigos. Sin embargo, una investigación realizada en los Estados Unidos sugiere que los adolescentes que hablan demasiado de sus problemas son más propensos a sufrir de ansiedad y depresión, especialmente las mujeres.
La depresión y la ansiedad son dos males que, juntos o separados, afectan cada día a más personas. Diversos estudios internacionales indican que alrededor del 5% de los adolescentes de todo el mundo sufren del primero, especialmente entre los 13 y los 16 años. En lo que a la ansiedad respecta, su incidencia aumentó un 20% entre 1952 y 1993, sólo en los Estados Unidos.

El estudio de la Universidad de Missouri-Columbia, publicado en la revista “Developmental Psychology” de la Asociación Psicológica Estadounidense, concluye que las jóvenes que hablan constantemente de sus problemas con las amigas dedican demasiados pensamientos a sus preocupaciones. Este ir y venir alrededor de los temas que las lastima profundiza, según esta investigación, su propia tristeza.

Sin embargo, la psicoanalista Alicia Díaz Farina, una de las directoras de la asociación civil Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires, presentó objeciones al enfoque del estudio.

“En realidad, lo que en esta investigación describen de las relaciones entre adolescentes es más un efecto que una causa, es decir que si un joven llega a este estado de rumiación es porque existe una problemática previa”, explicó a Saludyciencias.com.


El término rumiación se refiere a un pensamiento repetitivo y constante. Implica insistir sobre un tema y dejar que ocupe mucho lugar en la mente.


Según la investigación estadounidense, las amistades adolescentes que generan este tipo de charlas refuerzan el vínculo entre pares, pero hacen que las jóvenes concentren tanto su atención en las dificultades que llegan a convencerse de que no tienen solución.

Entre los varones, sin embargo, este constante hablar sobre los inconvenientes no genera los desequilibrios psicológicos que los investigadores observaron en las chicas.

Los autores de este estudio, que analizaron a jóvenes de 9, 11, 13 y 15 años durante seis meses, aseguran que hablar de los problemas es bueno pero que la co-rumiación representa un exceso que se puede convertir en un riesgo emocional.

Por eso sostienen que se debe aconsejar a los adolescentes que charlen de sus dificultades pero no demasiado, y que realicen actividades que los ayude a sacarse las preocupaciones de la cabeza.

Díaz Farina, por su parte, subraya que la co-rumiación surge como resultado de una problemática personal que antecede a estas charlas angustiantes.

“Este nuevo estudio recomienda que los chicos no piensen tanto y que se distraigan con actividades. Esta noción es correcta, pero hay que tener siempre presente que por algo llegan a esa situación”. Y concluye: “Los adolescentes sí deben analizar sus problemas, porque eso permite una sana maduración”.

Fuente: www.saludyciencias.com.ar

Últimas Noticias