Hacia las 22:30 del miércoles (0:30 del jueves en la Argentina), las autoridades suspendieron las labores de rescate debido a la caída de la noche, reportó dpa.
El jefe de uno de los mayores hospitales de la ciudad aseguró tener "seis pacientes en estado crítico". Al mismo tiempo, también reveló haber cesado de recibir heridos unas tres horas y media después del accidente.
El senador por Minneapolis Norm Coleman aseguró a CNN que no se trató de un atentado terrorista, según le confirmó el Departamento de Seguridad Nacional. La policía local no descartó sin embargo "por precaución cualquier posibilidad".
El puente, con varios carriles por sentido, se derrumbó ayer por motivos aún desconocidos a las 18:05 (20:05 de la Argentina). El gobernador de Minnesota, Tim Pawlenty, explicó que se estaban realizando trabajos "cosméticos" sobre el puente, pero no debían afectar a la estructura.
En el momento del derrumbamiento había ocho trabajadores sobre el puente, uno de los cuales aún no fue localizado, según reveló la compañía encargada de las obras.
El puente fue construido en 1967, y según Pawlenty "pasó revisiones en 2004 y 2006 sin problemas. Sólo advirtieron que habría que cambiarlo hacia 2020. Es una tragedia de proporciones históricas".
Según aseguraron residentes de Minneapolis a varias emisoras de televisión, a la hora del accidente el puente suele estar lleno de coches con gente que regresa a sus casas del trabajo.
Numerosos coches cayeron al río, otros se quedaron suspendidos en inverosímiles posiciones sobre los restos del puente. Testigos de la escena cifraron la cantidad de vehículos afectados entre 50 y 100. El jefe de la policía local, Tim Dolan, aseguró que fueron revisados 50 vehículos.
Las cadenas de televisión mostraron además imágenes de un camión cisterna y un autobús escolar vacío. Pawlenty aseguró que los 60 niños que se encontraban en su interior fueron evacuados, y que sólo diez de ellos fueron atendidos por heridas leves.
Testigos presenciales hablaron de "caos total" en los momentos posteriores al derrumbamiento. Posteriormente llegaron a la escena los equipos de rescate, que tuvieron que apagar primero un incendio de origen indeterminado sobre los restos del puente.
Varios buceadores de los servicios de rescate trabajaron en las primeras horas en sacar a sobrevivientes del agua del río. Sus trabajos se vieron dificultados por la llegada de la noche y por el empeoramiento del tiempo, con fuertes vientos y amenaza de tormenta.
Las autoridades hicieron un llamamiento a la población de Minneapolis para que no utilizasen los teléfonos móviles, por temor a que se colapsase la red. (Télam).
