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Carlos, el personaje

El hijo no reconocido de Carlos Saúl Menem
Entró con perfil retraído pero con el tiempo fue tomando confianza y llegó a ser uno de los personajes más fuertes de la casa. Su estrategia de juego y la construcción de su nueva identidad. Lo que generó entre las mujeres.
El hijo no reconocido de Carlos Saúl Menem entraría a la casa de Gran Hermano y todo el país quedó expectante ante la posibilidad de conocer a una de las personas más intrigantes del país.

El recuerdo de los 90 y la tragedia del helicóptero en la que se fue Carlitos junior abrieron innumerables interrogantes. ¿Será realmente el hijo del ex presidente?. Si siempre permaneció oculto de la prensa ¿Qué buscará al entrar al juego con mayor exposición mediática de la Argentina?. ¿Menem lo reconocerá como hijo?.

Lo que la prensa siempre buscó estaba ahí, servido, para que todos puedan sacarse las dudas. Todos imaginaron que Carlos Nair Meza tendría una personalidad arrolladora, altanera y que se abriría a la sociedad como un libro abierto y develaría todos los secretos de su familia. Pero nada de eso sucedió.

Al entrar a la casa todo el país se impresionó al ver el parecido físico con el ex mandatario. No sólo su cara era una reproducción exacta sino también todo su cuerpo. Nadie puso en duda de que era su hijo, aclarando la primer pregunta de la lista.

Una vez iniciado el juego no se lo vio intervenir en casi ninguna situación. Su objetivo estaba en observar todo su entorno, logró afinidad con Mariana y el Roña construyendo dos amistades importantes. Los participantes más conflictivos fueron expulsados uno a uno mientras él ganaba terreno y hacía amigos.

De a poco comenzó a contar cómo fue su vida de pequeño y todo lo que tuvo que pasar por la persecución de la prensa. El país se enteró de que su padre siempre lo había acompañado y ayudado, que siempre lo reconoció como su hijo y que no lleva su apellido por temas que escapan a sus posibilidades. Las labores políticas de sus padres hicieron que aprendiera a vivir lejos de ellos. Así se respondieron otros interrogantes.

En todo momento expresó su gran amor por sus padres mas allá de sus ideas políticas e intentó diferenciarse de ellos y su mundo. Así logró construí poco a poco su identidad completamente diferente ganándose el cariño de los participantes y del público.

En general no tuvo conflictos con nadie, demostró tener una gran capacidad de adaptación a todas las personalidades diferentes de la casa. Su táctica fue esa aunque algún que otro complot concretó con el Roña, su compañero de fórmula.

También logró tomar confianza con las chicas siendo protagonista de un triángulo amoroso en el que con Pablo Tamagnini se disputaban los mimos de Cinhia Fernandez, una de las chicas más lindas de la casa, pero con la que solo consiguió ser utilizado por la tierna damisela a los fines del juego.

Escondiéndose en su papel de mimoso empedernido, consiguió toquetear a casi todas las chicas generando polémicas en el afuera. Con Fernanda practicó el Kamasutra y con Lissa estuvo al borde del éxtasis pero las cámaras hicieron que no logren concretar nada.

Lo más importante de su paso por el juego fue lo que logró desde “el afuera” cuando Carlos Menem admitió que era su padre y que siempre estuvo cerca de él. Ese fue el momento en el que terminó de construir su identidad y salvar el honor de su madre, a quien siempre humillaron por no creerle su historia con el ex presidente.

Su juego fue muy bueno y mantuvo la expectativa hasta el final pero cometió un error importante al enredarse con Lissa y no respetarla. Al ver que ella estaba muy entusiasmada, él no fue capaz de advertirle sobre sus intensiones de “solo amistad” que adujo una vez fuera del juego y la histeriqueó todo el tiempo que pudo. Fue nominado y expulsado por el público estando muy cerquita del final del juego. Fue el último expulsado pero el balance fue más que positivo.

Fuente: Telefe

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