No obstante, el Tribunal decidió no hacer lugar al pedido de detención y el violador, Mario Ochoa, continuará en libertad hasta que el Tribunal de Casación confirme la sentencia.
El veredicto generó el repudio inmediato de los padres de los jóvenes discapacitados, quienes se apostarán mañana desde las 9 en el hall central del Tribunal, Ituzaingó 340, para pedir la detención efectiva de Ochoa.
"Nos vamos a plantar toda la semana en el Tribunal hasta que nos den la respuesta que necesitamos, porque esta persona tiene que estar detenida", afirmó María Elena Luzzi, presidenta de la Asociación Víctimas de Violación (AVIVI), organismo que patrocinó a 7 de las 13 familias que se presentaron a la causa.
"El Tribunal de Casación está abarrotado de trabajo: pueden pasar entre 5 y 6 años más para que este hombre vaya a prisión", explicó Leuzzi, quien convocó a personalidades vinculadas a los derechos humanos y la política, para que acompañen el reclamo.
"Los jueces dicen que creen que no va a fugarse porque hace 5 años que está denunciado y llegó al juicio -continuó-. Pero hay cinco años más que se le computan porque es lo que duró el proceso, más el tiempo que pasé hasta que se expida Casación, hacen que Ochoa cumpla una condena dos años y pueda pedir la libertad condicional; una locura".
El Tribunal de San Isidro comprobó que el chofer abusaba sexualmente de los jóvenes, que tienen hoy entre 16 y 28 años, dentro del micro escolar donde los transportaba y en su casa, donde los obligaba a mantener relaciones sexuales y en algunas oportunidades, tomaba fotografías.
"La libertad de este hombre es una abofetada para quienes confiamos en la justicia", afimró Leuzzi y dijo que "16 años de prisión no era un mala condena, pero si la cumplía como corresponde".
