Lissa, fiel al destino de sus cartas, eligió a Carlos y a Jacqueline aunque no le gustó nada ver que su compañera había salido sorteada.
Diego, aduciendo motivos inexistentes que nadie le creyó, votó primero a Carlos y después a Jacqueline.
Carlos y Fernanda hablaron tanto que perdieron el control y se les escaparon los nombres de sus próximas víctimas del juego. Ella se dio cuenta y pudo arreglar la situación en el momento, zafando de la posible anulación de votos. Mientras tanto, Carlos no logró hacer lo mismo y quedó en evidencia.
Luego de pasar por el confesionario Carlos fue sancionado por “voto cantado”, así se descontaron los dos votos que le dedicó al ex taxista cambiando toda la tabla de resultados. De no habérselos descontado hubieran quedado en placa los hombres de la casa quedando acertado el pronóstico con más adhesiones.
En definitiva Carlos sumó la mayor cantidad de votos y quedó primero en la placa con 6 puntos. Jacqueline, Lissa y Diego le siguen con dos puntos cada uno.
Cuando Jorge Rial les comunicó quiénes estaban nominados se sorprendieron. Fernanda se emocionó mucho pero se contuvo por respeto a sus compañeros pero tenía ganas de gritar y salir corriendo por tanta alegría.
Lissa no lo podía creer, estar nominada significa para ella poder perder el premio que tanto espera y eso la dejó paralizada. Los demás ya se la esperaban pero no dejan de estar preocupados.
La casa quedó con un clima muy armónico y el compañerismo entre ellos se nota. Solo les resta esperar a la decisión del público que tiene la última palabra.
