Sin embargo, el tour también se convierte en una buena posibilidad para conocer la evolución del erotismo en Buenos Aires mediante charlas que se remontan a la Buenos Aires de 1875, cuando la prostitución era una actividad legal.
Para graficar ese momento de la historia, el circuito comienza en la denominada "calle del pecado", ya desaparecida, que estaba ubicada en lo que actualmente es una playa de estacionamiento en Lima, entre Belgrano y Moreno.
"La idea del circuito es básicamente que la gente aprenda sobre la sexualidad y el erotismo", contó a Télam el coordinador del tour denominado "Buenos Aires Erótica", Diego Zigiotto.
Este recorrido convoca en un 80 por ciento a mujeres desde los 20 a 70 años, quienes sábado tras sábado acceden a una clase de erotismo pero, según remarcó Zigiotto, con el aviso previo de "no juzgar a ninguna" de las personas que observen durante el viaje.
En una segunda parte, el circuito propone un recorrido por los puntos de encuentro de gays, prostitutas, lesbianas, swingers, strippers y travestis de la Ciudad, pero sin entrar a esos sitios para no molestar a quienes los visitan.
De ese modo, a bordo del bus, se pasa por dos cines donde se proyectan filmes pornográficos en pleno microcentro porteño, luego se sigue viaje hacia pubs y saunas visitados por clientes homosexuales y más tarde se visita un local donde se realizan shows de strippers.
Una vez terminada esta parte del circuito, los pasajeros visitan un sex shop del barrio de Palermo, donde se puede indagar a los vendedores acerca de los productos que allí se venden.
Después, el tour llega hasta la puerta de lo que, a simple vista, podría ser un restaurante común del barrio norte porteño, pero que en su interior cuenta con habitaciones para el encuentro de parejas swingers que incluye una cama de 24 plazas.
Finalmentente, hay una visita a la zona roja del Rosedal de Palermo, donde una guía detalla las diferencias entre el travesti, el transformista, el transexual y el transgénero y como última parada el convoy se traslada hasta un pub para lesbianas.
Al final del recorrido y tres horas después de comenzar la travesía por las calles porteñas, los guías dan una charla sobre el Sida y el VIH.
