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Colorida ceremonia inaugural de los juegos Panamericanos

Colorida ceremonia inaugural de los juegos Panamericanos
Unas 90 mil personas le entregaron el calor y color típico que solamente los brasileños suelen darle a este tipo de celebraciones y participaron activamente en la ceremonia de inauguración de los 15tos. Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007.
La fiesta, como no podía ser de otra manera, se llevó a cabo en el tradicional estadio Maracaná, escenario de una de las grandes mayores frustraciones futbolísticas de la historia del combinado "verdeamarelho" (el 1-2 de la final ante Uruguay, en el Mundial de 1950), pero testigo también de las más grandes hazañas deportivas, década a década.

Con la presencia del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, abucheado por buena parte de los concurrentes, la ceremonia empezó con retraso de casi una hora, debido a que se produjeron aglomeraciones y tumultos en la puerta del estadio por la falta de organización en los diferentes accesos.

La locutora Rosa Magalhaes dio la bienvenida a las 18:00, la reconocida cantante Elza Soares (la misma que hace varios años fue esposa del ídolo Garrincha) interpretó el himno brasileño y por los altoparlantes de la cancha comenzó a sonar "Viva esa energía", elegida como la canción oficial de la competencia e interpretada por Arnaldo Antunes y Ana Acosta.

Diecisiete minutos más tarde fue el turno del comienzo de los desfiles. Y allí la delegación argentina fue la primera en pisar el campo de juego.

Con la rosarina Luciana Aymar enarbolando la bandera patria, más de 250 deportistas y otros 100 oficiales se dieron el gusto de pisar el Maracaná y no ocultaron la emoción que les producía estar viviendo un instante único. Y para muchos irrepetible.

Así pudo observarse a chicos del handball masculino como Gonzalo Carou o Ezequiel Pardales con cámaras en mano y filmando a las cabeceras con el propósito de registrar la euforia que vivían buena parte de los cariocas presentes que, a pedido de la prefectura (intendencia) local se vistieron "mayoritariamente" con remeras o camisas de tono claro.

El asombro y la alegría también invadió a los remeros Santiago 'Pollo' Fernández y Ariel 'Lastra' Suárez (el primero mañana debe competir en las clasificatorias del single scull) y a los triatletas Pamela Geijo, Velmar Blanco y Lucas Cochas, entre otros, que se preparan para concursar este domingo.

Las autoridades del Comité Olímpico Argentino (COA) también dijeron presente y entre las principales estuvieron el presidente Julio Cassanello (en el palco de autoridades) y el jefe de Misión, licenciado Mario Moccia (en el terreno de juego).

Luego desfilaron el resto de las delegaciones, desde las más numerosas como la de Estados Unidos con casi mil deportistas (casi lógicamente, la más abucheada por los espectadores) a las más pequeñas como las de las poco conocidas Islas Vírgenes Británicas, Belice o Saint Vincent & Granadinas.

Un momento importante en la ceremonia se produjo cuando inició el desfile la delegación de Panamá, que finalmente pudo traer al Maracaná su bandera azul, roja y blanca, superado, aparentemente, el conflicto que involucró a la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) y al Comité Olímpico panameño.

Por eso, en el palco pudo observarse a un emocionado presidente panameño, Martín Torrijos, quien no ocultó sus lágrimas cuando la bandera de su país era portada.

Al margen de estos detalles se vivió una ceremonia plagada de colores y los típicos ritmos musicales del Brasil: o sea mucho samba y batucadas percusivas.

Hasta hubo tiempo para una alegoría sobre el río Amazonas (el más largo del continente) , con voluntarios disfrazados como pétalos de flores y hojas de árboles, mientras que doce camas elásticas intentaron darle forma a la "Vitoria-regia", una flor típica de la región.

Hubo tiempo también para la recreación de "Wave", una pieza de uno de los padres de la bossa nova como Tom Jobim.

Después de dos horas de ceremonia hizo su ingreso al estadio, la protagonista silenciosa y más esperada de la noche: la antorcha Panamericana.

Y liderados por Carlao, los campeones olímpicos del vóleibol masculino en Barcelona 1992 recibieron nuevamente una estruendosa ovación y condujeron la llama al pebetero. Oficialmente, la ceremonia había concluido y los 15tos. Juegos Panamericanos estaban en marcha, más allá de que el fútbol y el handball de
mujeres ya entregaron resultados oficiales.

Entonces irrumpió la voz inconfundible de la bahiana Daniela Mercuri para recrear una versión de "Cidade maravilhosa" y ponerle punto final al festejo. El mismo que los brasileños quieren coronar ocupando uno de los tres lugares del podio, una vez que concluya la competencia. Pero para eso falta mucho aún. (Télam).

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