El incendio alarmó a las fuerzas de seguridad estadounidenses, que movilizaron decenas de autobombas al aeropuerto de Miami, el tercero en importancia del país, que controlaron el incendio en media hora.
Las llamas alcanzaron varios metros de altura y al principio se llegó a temer que pudiera colapsar la estructura de la torre de control.
La estructura afectada formaba parte de las obras de ampliación que se ejecutan en el aeropuerto de Miami y no estaba afectada al tráfico áereo, por lo que éste no se interrumpió mientras se combatía el incendio.
Las torre, ubicada en la cabecera norte de la estación áerea, iba a cumplir la función de ordenar a los aviones en pista, no a los se encontraban el aire, debido al intenso tráfico que tiene ese aeropuerto.
La cadena BBC informó que, según fuentes del aeropuerto, "es casi seguro que el incendio no haya sido intencional", y que demorará aún más la finalización de las obras, muy cuestionadas ya por la suma de dinero que costaron y por la tardanza en realizarlas.