Previamente se celebró una misa en la parroquia San Francisco Javier, ubicada en Río de Janeiro 2451.
Para los cristianos el día 29 de junio es la Fiesta de San Pedro (el Primer Papa) y San Pablo (el gran Apóstol) que junto a San Juan, la Iglesia los considera "lumbreras" de la humanidad. Ellos iluminaban el corazón de la gente y predicaban la palabra de Dios, que es la luz para el mundo.
La tradición hizo que se los recordara encendiendo inmensas fogatas. Cuentan que en la época de los Apóstoles San Pedro se había perdido al salir a predicar, los aldeanos al caer la noche, para iluminar el camino, prendieron fogatas que llegaban a grandes alturas para que Pedro pudiera verlas y encontrara el sendero de regreso. La fogata se enciende como símbolo de la máxima luz de esperanza para los hombres y expresa el anhelo de trascendencia.
La luz es la manera de enfrentar, vencer las tinieblas y el desánimo, es una invitación a iluminar nuestras almas para estar en paz, para dejarnos abrigar por la calidez que Cristo nos brinda.