El miércoles a las 13, las dos chicas de 15 años -Florencia Silva, domiciliada en la localidad bonaerense de Don Torcuato, y Lihué Martínez, quien vive en Florida, partido de Vicente López- fueron vistas por compañeros suyos en los alrededores de las Escuelas Raggio, a las que concurren, ubicadas en el barrio porteño de Nuññez.
El caso conmovió a los docentes y alumnos de los colegios y a los familiares de las dos adolescentes.
La hermana de Florencia Silva, Nancy Misilio, dijo hoy a Télam que aún no tienen "novedades" y continúan pensando que "se trató de una travesura".
Misilio, de 33 años, explicó que "Florencia es la más chica de cinco hermanos. Tengo otra hermana de 34, otra de 31, mientras que mi hermano de 18 y Florencia, son hijos de otro papá".
Florencia "no era rebelde ni era de salir porque mi mamá no la dejaba, por miedo, amigas cerca no tenía y el año pasado que empezó a salir cuando cumplió 15, la llevábamos y buscábamos nosotros".
"Los celulares están apagados y hasta ahora no dejamos de llamar", dijo Misilio, quien agregó que "una chica llamó el miércoles para decirnos que había encontrado el celular en el tren, eran las seis de la tarde, pero no nos preocupamos porque pensamos que se había quedado con una amiga".
"Hasta ahora queremos creer que fue travesura, la esperanza es que estén bien y que recapaciten y vuelvan que nadie les va a hacer nada", pidió la hermana de Florencia.
Una fuente de la sub DDI de Tigre de la Policía Bonaerense indicó que hasta esta tarde no se recibieron nuevas pistas y que "con el tiempo que pasó hasta ahora todavía puede tratarse de una travesura" de las dos chicas.
Sin embargo, el mismo informante admitió que no dejaron "de lado ninguna posibilidad" y que están trabajando policías federales y bonaerenses en conjunto para intentar encontrar a las dos jóvenes.
Además de la Sub DDI de Tigre, trabajan en la investigación la DDI de San Isidro y cuerpos especiales de la Policía Federal.
Ayer, una de las familias recibió un llamado pidiendo un rescate, y como es rutina en estos casos, la causa pasó a la justicia federal y comenzó a ser investigada como un secuestro extorsivo por el fiscal federal de San Isidro Alberto Gentilli.
No obstante, tanto fuentes policiales como judiciales confirmaron a Télam que creen que se trató de un llamado de un oportunista o un bromista que aprovechó los teléfonos publicados en los carteles.
Las familias de las chicas recurrieron a Missing Children y además pegaron carteles con fotos y números de teléfonos para cualquier dato que pueda ayudar a encontrar a las chicas.
