Al llegar a su auto, un Chevrolet Zafira que estaba estacionado en Haití y Santiago del Estero, Mancini fue sorprendido por tres delincuentes que venían en un Toyota Corolla, dos de los cuales se subieron al suyo y el otro se quedó en el otro vehículo.
El hombre fue pasado a la parte trasera de su auto y los asaltantes se dirigieron hacia la localidad de Ramos Mejía, en el oeste del conurbano, donde frente a un estacionamiento dejaron abandonado el Crevrolet.
Poco después, Mancini fue transbordado al Toyota y tras dar vueltas por el centro de esa ciudad, lo obligaron a entregar su tarjeta de débito y su clave personal, para luego extraer mil pesos de un cajero automático.
Los delincuentes siguieron su recorrido y finalmente abandonaron al hombre en San Antonio de Padua, tras sustraerle 700 pesos que llevaba encima y otras pertenencias.
Cerca de las 3 de la madrugada, Mancini denunció el hecho en la comisaría décima de San Isidro y se dirigió junto con personal policial hacia Ramos Mejía, donde hallaron el automóvil frente al mismo estacionamiento donde había sido dejado, situado en Belgrano y Alvear.
Dentro del auto, Mancini encontró un bolso en el que tenía pertenencias y documentacion del vehículo y con una copia de la llave lo llevó hasta San Isidro para que sea sometido a peritajes.