Prescient, que tiene sede en Nueva Jersey, acusaba al artista de ruptura de contrato y de no haber pagado los servicios de asesoría para la refinanciación de una deuda de 272 millones de dólares con Bank of America.
El grupo financiero al parecer logró 537 millones de dólares de financiación del Fortress Investment Group, cantidad que supuestamente facilitó a Jackson el pago de la deuda y hacerse con el control total de una empresa que posee y administra los derechos de miles de canciones, incluido el catálogo musical de los Beatles.
Con esa suma, podía ejercer una opción de compra del 50 por ciento que aún no estaba en su poder.
Los términos del arreglo extrajudicial no han sido desvelados, según recogen medios estadounidenses.