Cuando Ortega se trasladaba en su camioneta particular desde San Isidro hasta Martínez fue interceptado por unos cuatro delincuentes que, tras desplazarlo del volante, lo llevaron bajo amenazas hasta la intersección de Avenida de los Constituyentes y General Paz, donde lo liberaron no sin antes quitarle varias pertenencias.
El viernes fue un día particularmente difícil para Ortega, ya que por la mañana el entrenador Daniel Passarella no lo dejó entrenar porque llegó tarde y, según confiaron otros informantes, las razones de esa demora obedecieron a un inconveniente relacionado con la adicción que se está tratando.