El escenario difiere de la marcada polarización que se produjo en las dos últimas elecciones en la ciudad, cuando Aníbal Ibarra disputó el poder con Domingo Cavallo, en 2000, y luego con Mauricio Macri, en 2003.
En la elección del 3 de junio próximo, Macri intentará otra vez llegar a la jefatura de Gobierno, respaldada por la alianza Pro, que reúne al macrismo de Compromiso para el Cambio; Recrear, de Ricardo López Murphy, y fuerzas más chicas.
La fórmula que ganó las elecciones en 2003 -Ibarra y Telerman- compite ahora desde dos espacios distintos, fuertemente enfrentados, y para cargos distintos.
Telerman buscará continuar en el gobierno desde una fuerza multicolor que engloba a radicales, ex Frente Grande, peronistas, socialistas -"Más Buenos Aires"- y el respaldo de la Coalición Cívica que integra al Ari y a Unión por Todos y que lidera Elisa Carrió.
Ibarra, en tanto, acompaña desde una lista de candidatos a legisladores con el sello "Diálogo por Buenos Aires" la candidatura del kirchnerista Daniel Filmus (Frente para la Victoria).
Telerman, Filmus y Macri son los tres candidatos principales en las veinte fórmulas que oficializaron su postulación y que incluye a Patricia Walsh (MST), Claudio Lozano (CTA-MOvimiento por Buenos Aires) y Marcelo Ramal (PO).
Para la elección, están habilitados 2.560.000 ciudadanos que, además de jefe y vicejefe de Gobierno porteños, deberán designar a los treinta legisladores que renovarán la mitad de la Legislatura.
La elección de legisladores se realiza a través del sistema proporcional D`Hont, aunque no rige el píso mínimo del 3 por ciento que se utiliza para otros comicios legislativos, en tanto que la normativa electoral de la ciudad establece la necesidad de alcanzar mayorías absolutas para consagrar al Jefe de Gobierno.
Este último punto está establecido en el artículo 97 de la Constitución de la ciudad de Buenos Aires que señala la necesidad de alcanzar una mayoría absoluta, con más del 50 por ciento de los votos y, en caso contrario, se convocará a una segunda vuelta entre las dos fórmulas más votadas.
En 2003 fue necesario apelar al ballotage ya que Macri se impuso en primera vuelta pero obtuvo el 37,5 de los votos contra el 33,5 de Ibarra, quien revirtió el resultado en la segunda vuelta al obtener el 53,5 por ciento de los sufragios.
En 2000, Ibarra había sumado el 49 por ciento de los votos contra Domingo Cavallo, quien se resistió primero y aceptó luego resignar la competencia en segunda vuelta.
En la primera elección directa de jefe de Gobierno realizada en 1996 no se había establecido aún el sistema electoral de la ciudad de Buenos Aires ya que en la misma fecha -30 de agosto- se eligieron los estatuyentes y por eso Fernando de la Rua se impuso con el 39,9 por ciento de los votos.- (Télam)
