El hecho ocurrió esta tarde en un depósito de harina situado en ruta 23 y calle Nicaragua, en dicha localidad al oeste del conurbano, donde el oficial Luciano Flores, de 24 años, se encontraba franco de servicio y vestido de civil junto a un amigo.
Fuentes policiales informaron a Télam que todo se inició cuando los dos amigos realizaban una compra y entraron al depósito al menos dos delincuentes armados con fines de robo.
Los asaltantes redujeron a los dos hombres y a una empleada del comercio y al revisarlos hallaron el arma reglamentaria de Flores, dijeron los informantes.
"'¿Así que sos rati?' le dijo uno de los delincuentes y a pesar de que Flores respondió que no, le tiró igual", explicó un jefe policial.
Las fuentes indicaron que Flores, quien prestaba servicio en el grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Moreno, recibió un balazo en la cabeza y murió en el lugar, en tanto que los delincuentes escaparon.
Tras el homicidio, personal de la comisaría primera de Moreno y de otras dependencias de la jurisdicción montaron un amplio operativo cerrojo en la zona para tratar de localizar a los asaltantes.
La noche del domingo último, el sargento Hernán Clemente Bertola, de 41 años y afectado a la División Canes de La Matanza, fue asesinado de un tiro en la cabeza cuando viajaba a bordo de un colectivo de la línea 622 en la localidad de Villa Dorrego.
Bertola volvía a su casa luego de haber prestado, con perros policiales, dos servicios adicionales en canchas en el clásico Racing-Independiente, por la mañana, y el partido Quilmes-Boca, por la tarde.
Lo más curioso del hecho es que en el colectivo no hubo ningún asalto por el que el policía haya tenido que intervenir, sino que para los investigadores el delincuente lo ejecutó por el solo hecho de que Bertola llevaba puesto su uniforme policial.
