Para ello, realizaron tres expediciones entre 2002 y 2005 en el marco de un proyecto sobre biodiversidad de los fondos marinos de la Antártida, el 'Antartic benthic deep-sea biodiversity'(ANDEEP).
Las conclusiones fueron publicadnas en la revista Nature y repoducidas por la agencia Europa Press.
En sus expediciones, dirigidas por Angelika Brandt de la Universidad de Hamburgo, Alemania, los científicos recogieron especímenes biológicos y datos medioambientales de diferentes regiones de entre 774 y 6.384 metros de profundidad bajo la superficie del Mar Weddell, situado al noroeste del continente antártico, y las áreas colindantes.
El Mar Weddell es un recurso importante de agua profunda para el resto del océano y proporciona una posible ruta para que las especies entren a estas aguas.
Además, el equipo de científicos descubrió faunas de aguas profundas que también se encuentran en las comunidades de las placas adyacentes y en otros océanos.
La bióloga Katrin Linse, una de los autoras del informe, indicó que "este tesoro oculto de vida marina es nuestro primer paso para entender las complejas relaciones entre el océano profundo y la distribución de la vida marina".