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Se cumple hoy un nuevo aniversario del nacimiento de Evita

Hoy se cumple un nuevo aniversario del natalicio de Evita, primera mujer en votar en elecciones nacionales, primera ciudadana en ser ungida candidata a vicepresidente -honor al que renunció- y primera dama argentina, también, en ocuparse de las necesidades de "mis grasitas", como bautizó a los pobres.
¿Cuál aniversario? Para la historia oficial es el número 98, pero no hay certeza, porque su partida original de nacimiento desapareció y sólo existe un acta de bautismo del 21 de noviembre 1919, lo que no significa que haya nacido ese año.

Precisamente, también ese día fueron bautizados sus hermanos Juan Ramón, nacido en 1914, y Erminda Luján, nacida en 1916, de modo que el acta sólo ofrece la seguridad de que Evita no pudo haber nacido después.

En 1970, en su libro "Eva Perón", los periodistas Otelo Borroni y Roberto Vaca consignaron que el acta figura en el folio 495 del Libro de Bautismos Año 1919 de la Capellanía Vicaria Nuestra Señora del Pilar.

Pero a la par, comprobaron que una niña de nombre María Eva Duarte figuraba como nacida el 7 de mayo de 1922 en el registro Civil de Junín, bajo el acta 728.

Los autores llegaron a la conclusión de que esa partida era falsa y hoy todos los historiadores coinciden en que fue confeccionada en 1945 a instancias de la propia Evita, al casarse con el entonces coronel Juan Domingo Perón. ¿Por qué?

Pudo pasar que Evita no tolerara figurar como hija ilegítima -en la partida original, su nombre era Eva Ibarguren- pero sobre todo, evitar que la boda le costara a Perón su carrera: los militares debían pedir permiso para casarse y en aquel tiempo no hubiese sido autorizado, porque ella era hija natural.

El 22 de octubre de 1945 la pareja se casó en Junín por civil:el folio 182 dice que Perón, militar, tenía 50 años y Evita, artista, 23; lo que prueba que ella utilizó la partida falsa, que la hacía nacer en 1922; y él, su segunda partida, que lo hacía nacer el 8 de octubre de 1895.

Es que, para poder ingresar al Ejército, Perón también había tenido que ocultar que había nacido como Juan Domingo Sosa y que era el hijo natural de una madre indígena.

Esto, que en 1810 hubiera llenado de orgullo a Manuel Belgrano, quien pretendía para el país un monarca indio, le hubiera significado a Perón un rotundo "no apto".

Para ingresar al Ejército hubo que hacer constar una segunda acta de nacimiento: esa en la que el padre, Mario Perón, lo reconoció y que está fechada en Lobos, el 8 de octubre de 1895.

Sin embargo, había nacido dos años y un día antes, en un lugar que tampoco es el oficial: fue el 7 de octubre de 1893, no en Lobos, sino en Roque Pérez, partido de Saladillo.

En "Yo Perón" -la única biografía que el ex presidente autorizó y supervisó en vida- su amigo, secretario e historiador Enrique Pavón Pereyra, puso en su boca: "Mi padre decidió anotarme dos años más tarde ... un día más o menos, un año más o menos, ¡qué importancia podía tener!

"Ni mi propio padre le dio trascendencia y ante la pregunta del secretario del registro civil de Lobos: ¿Cuándo nació el niño?, no dudó en responder que había sido en la víspera. Y así fue anotado mi nacimiento aquel 8 de octubre de 1895. Pero en realidad yo ya tenía dos años para esa fecha, que fue verdaderamente un 7 de octubre pero de 1893".

Hoy, en vista de que todos los hijos tienen iguales derechos y que engendrar sin casarse no importa ninguna discriminación, tal situación puede exponerse sin menoscabo alguno.

Más aún: sirve para entender el sufrimiento interior y seguramente la completa identificación y comprensión que debieron sentir entre sí Perón y Evita en una época llena de prejuicios.

Para dimensionarlos, recuérdese que ya en el poder, Perón no pudo lograr la equiparación de los hijos extramatrimoniales, como pretendía: la Curia y las Fuerzas Armadas se ofuscaron y sólo fue posible sacar una ley que prohibía que en esas partidas se usaran expresiones peyorativas como "bastardo" o "adulterino".

Hoy, valga rescatar que esta mujer, nacida Eva Ibarguren y cuyo padre, Juan Duarte, murió en un accidente sin reconocerla, tuvo "una sola y gran ambición personal", según lo confesó en "La Razón de mi vida": "Quisiera -escribió- que el nombre de Evita figurase alguna vez en la historia de mi Patria". Cumplida está.

(Télam, por Ana María Bertolini)

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