La fiscalía difundió la semana pasada que Horacio Ognio perdió un revólver calibre 32 marca Orbea y que nunca lo denunció hasta que el Registro Nacional de Armas (RENAR) se lo exigió.
Según la defensa de Carrascosa, Ognio denunció el hurto de esa pistola el 25 de noviembre de 1999, tres años antes del crimen, luego de que le rompieran el vidrio de su auto y le robaran un maletín que tenía el arma y una chequera.
La cuestión se terminará de dilucidar cuando un juzgado de Corrientes remita al tribunal que juzga a Carrascosa la causa en la que se tramitó ese hurto o concurra a declarar al juicio el sobrino.
Mientras tanto, Eduardo Ognio relató que cuando su hermano le contó de la acusación él se escandalizó y dijo que "no creía que llegaría a tanto el tema".
También aseguró que ambos tuvieron trato cotidiano sólo hace 25 años, cuando Carrascosa era agente de bolsa y Eduardo se desempeñaba como su secretario, y que después Ognio se fue a vivir a Corrientes.
El resto de la declaración del sobrino del acusado se centró en recordar, en medio de sollozos y una gran angustia, la figura de María Marta, lo cual hizo llorar como nunca hasta ahora a Carrascosa, a sus familiares y hasta a los abogados de la defensa y la querella.
Ognio -que también vive en el country Carmel- recordó que el 27 de octubre de 2002, luego de que le avisaran de la muerte de la socióloga, fue a la casa de su tío y que, al verlo, Carrascosa "se desplomó y empezó a llorar como un niño".
"Yo a María Marta la quería muchísimo. Subí y la ví tirada en el suelo, me largué a llorar. No podía creer lo que estaba viendo", recordó.
Ognio dijo que Carrascosa era como un "hermano mayor" y que todos los viajes que hizo a Corrientes fueron para "darle apoyo" a él y sus cinco hermanos en momentos difíciles.
"Después la vida hizo que me fuera a vivi a Carmel, entonces los conocí de más grandes y como no tuvieron hijos, empezaron a tratar a los míos como si fueran los de ellos", agregó el testigo, lo cual hizo que Carrascosa se quebrara todavía más.
En medio del llanto, el testigo preguntó en voz alta: "¿Cómo creen que todos se van a confabular para matar a María Marta?".
"Cualquier hipótesis puede ser, menos esa. Yo quiero saber quién mató a María Marta. No lo pueden tratar como un asesino y si yo tuviera alguna duda, estaría sentado al lado del fiscal", remarcó.
Poco antes, Ognio relató que, cuando su tío estuvo preso (42 días), un empleado del club house del country, Alberto Romero, le dijo que no lo había visto a Carrascosa la tarde del asesinato en ese lugar, tal como lo declararon varios testigos que afirmaron que pasó por allí a tomar un café y un lemoncello.
El mismo dato aportó otro testigo, Alfredo Torres -quien atiende la proveeduría del country- y dijo que Romero le aseguró: "No lo ví al Gordo para nada por acá".
La situación la terminará de aclarar Romero, quien hoy fue citado por el tribunal junto con otros testigos, a pedido de la defensa.
Más temprano, el tribunal escuchó a Fernando Aragón, un amigo de John Hurtig (hermanastro de María Marta procesado por encubrimiento), quien relató con lujo de detalles cómo fue el hallazgo del "pituto" en el pozo ciego de la casa de Carrascosa luego de que fuera arrojado por el inodoro porque supuestamente la familia no advirtió que era una bala.
Aragón confirmó que fue Hurtig quien halló la bala en medio de la materia fecal tras ponerse guantes de látex y que tuvieron que pedir que lo colocaran en el acta hecha por los bomberos porque allí no figuraba.
Luego, contó que en varias ocasiones acompañó a Hurtig a la fiscalía de Pilar y acusó a Diego Molina Pico de haberlos amenazado con meterlos presos.
"Ustedes son pareja que están juntos todo el día? Los voy a meter presos y vos, que sos americano, me viene bárbaro", aseguró Aragón que les dijo Molina Pico, en referencia a que en esa época estaba el "corralito financiero" y la gente no quería ni al FMI ni a los bancos. (Télam).
