Con su tradicional sello populista, Chávez habló a la nación desde un podio con una enorme gigantografía de su figura con su puño izquierdo en alto y una leyenda: "1º de Mayo. Plena soberanía petrolera". Lo observaban unos 6000 trabajadores petroleros, uniformados de rojo.
Por su parte, Morales celebró ayer el Día del Trabajador en Bolivia con la nacionalización de los hidrocarburos como principal bandera de su gobierno de izquierda, y prometió avanzar en su política de cambio.
El mandatario celebró ayer el primer aniversario de una polémica nacionalización petrolera, con el anuncio de que asumirá a primera hora de hoy el control pleno de la producción y comercialización de crudo y gas, que en la última década estuvieron en manos de transnacionales.