El concierto se llevó a cabo con un marco de gran calidez y emotividad. Morgado estuvo acompañado por Quique Condomi en violín, Mono Hurtado en contrabajo y el tigrense Walter Castro en bandoneón, e interpretaron, por espacio de dos horas y media, un extenso y variado repertorio: desde temas propios hasta obras del maestro Astor Piazzola, desde Paul Mc Cartney y John Lennon hasta Gardel y Lepera.
Morgado, único músico argentino que fue distinguido en dos oportunidades con el Premio Carlos Gardel en el Tango, compartió muchos temas que el público cantó y mantuvo un constante intercambio de sentimientos con los espectadores, quienes lo retribuyeron con reiteradas ovaciones y lo despidieron de pié.