El otro, en tanto, se trata de uno de los delincuentes que había ingresado a la vivienda a robar y fue sorprendido anoche, cuando se vio cercado por la Policía e intentaba escapar en un micro hacia la provincia de Corrientes, desde la localidad de Tigre.
Las fuentes consultadas aseguraron que este ladrón tenía en su poder el dinero y que además se secuestraron, en operativos realizados en Moreno y Béccar, el vehículo con el que había escapado de la casa tras el robo y un Peugeot 206 que había comprado ayer con parte del dinero sustraído de la casa.
"Se recuperó gran parte de lo robado, pero aún tenemos dos prófugos que ya fueron identificados y están siendo buscados", aseguró un vocero de la investigación, llevada adelante por el fiscal de San Isidro Eduardo Rodríguez y la DDI de ese distrito.
El pasado 20 de abril, una banda ingresó a la propiedad ubicada en 9 de Julio al 400 de San Isidro, en el norte del conurbano bonaerense, donde también se ubica uno de los cuatro locales del joyero Norberto Testorelli.
Todo comenzó cuando Gladys Testorelli, de 43 años, volvía de la casa de sus padres a bordo de su camioneta Suzuki y en la intersección de la calle Ituzaingó y la avenida Del Libertador de San Isidro fue interceptada por un automóvil.
En el auto se movilizaban varios hombres, dos de los cuales descendieron y, tras amenazarla, hicieron sentar a la mujer en el asiento trasero de su camioneta y huyeron en ese vehículo.
Antes de irse, los agresores le sacaron a la mujer las llaves de la casa de sus padres y se las entregaron a sus cómplices. El grupo se dividió en dos: mientras unos se llevaron a la mujer cautiva hacia la zona oeste del conurbano bonaerense, el otro ingresó a la casa, donde golpearon al joyero y le robaron el dinero y las alhajas.
Los ladrones no ingresaron a la joyería porque tiene un sofisticado sistema de alarma.
A poco de concretarse el robo, la hija de Testorelli se comunicó con su padre y avisó que había sido dejada sana y salva por los asaltantes cerca del centro comercial de Ramos Mejía.