"Mi personaje está en esa lucha con sus propios demonios, esa falta de fe en uno mismo. Para componerlo tuve que volver a mi adolescencia, cuando tuve a mi primer hijo, y sentía esa falta de confianza en mí para estar a cargo de otra persona", confesó la actriz que el año pasado brilló en la tira "Sos mi vida".
La trama del largometraje, basada en el cuento "El taximetrista" de Juan José Saer, traza un singular triángulo de perdedores en que sobresalen Angel (Cabré) y Dora (Ayos), quienes se reencuentran trabajando para el tercero en discordia, Coria (Luis Luque).
Después de un encuentro sexual en un micro, ambos se vuelven a ver: él como chofer de uno de sus taxis y ella como bailarina y alternadora de su circuito ilegal nocturno,
-Tu personaje tiene muchos matices y te permite explorar otras facetas como actriz ¿Sentís que esta labor puede abrir nuevas puertas?
-Creo que es un punto de inflexión en mi carrera. Este personaje tiene muchos pasajes y estados de ánimo que van cambiando, toca distintas teclas. Dora, como ella dice en la película, no es buena para nadie, en esa frase aparece la soledad de un mujer con la autoestima muy baja, una mujer que sufrió muchos desengaños.
-¿En qué aspecto sentís que "Tres de corazones" marca una bisagra en lo profesional?
-Ahora creo que si pudiera hacer cine como recurso para vivir sería feliz. Desde el lugar de actriz se puede trabajar con otros medios y otros tiempos. Esta película me ayudó a reconocer las historias que me gustan contar. Uno cuando es joven transa con algunas cosas, ahora, con 33 años, siento la capacidad de poder elegir.
-Si bien Dora es una mujer sensual, no se hace hincapié en su belleza.
-En esta historia no se contó belleza, en algunas escenas no dejé que me maquillaran para que se vean todas las imperfecciones. La belleza distrae. Ahora siento que si tuviese que engordar para hacer un papel que me interesa lo haría, el cuerpo no es algo que me desvele.
-¿Te costó meterte en la piel de una mujer tan sufrida?
-Dora es una mujer que había estudiado para ser enfermera y termina haciendo algo que no le gusta. Ella destruye lo que está por construirse, por eso termina traicionando a Angel, porque él era una base sólida. Cuando ve que la felicidad podía ser posible la destruye.
-¿Cómo viviste la experiencia de trabajar con un realizador consagrado como Renán?
-Fue muy intenso, lo viví con una responsabilidad gigante. Dora es un personaje que estaba muy claro en su mente, con un perfil psicológico que sintió que yo podía abordar. A partir de ese momento confié en él y decidí hacerlo.
Mónica Ayos acaba de regresar de México, donde acompañó a su marido Diego Olivera, en el final de la versión azteca de la telenovela "Montecristo", que tendrá un gran final en un teatro local.
"Nos hemos dejado volar para crecer en lo nuestro y creo que eso fue lo mejor para la pareja", resumió sobre su vínculo con el actor.
