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Mañana paran los centros municipales de salud de San Fernando

Los centros municipales de salud de San Fernando pararán el miércoles para reclamar por un aumento salarial de 300 pesos para todo el personal. La comuna citó para hoy, a las 13, a los gremios promotores de la medida de fuerza -la Asociación de Profesionales de la Salud de San Fernando y ATE- con el objetivo de evitar la protesta.
La modalidad adoptada para el reclamo salarial, por parte de la asociación de reúne a los trabajadores de la salud comunal, será la “huelga de brazos caídos”, es decir, la concurrencia a los lugares de trabajo sin prestar servicios, con lo cual eludirán sanciones y descuentos de haberes, como los que instrumentó la Intendencia en protestas anteriores.

Según informó, Marta Marquez, Secretaria de la Asociación de Profesionales de Centros de Atención Primaria de San Fernando, la Asociación y ATE formalizaron el 3 de abril un expediente conjunto para solicitar el aumento salarial, pero ante el silencio comunal llamaron al paro que se efectivizará entre las 8 y las 18, del miércoles.

En la reunión de hoy los gremios no piensan bajarse del reclamo de los 300 pesos con retroactividad al 1 de marzo, por lo que es muy difícil que la medida de fuerza quede sin efecto.

Según trascendidos, la comuna –representada en esta reunión por el Subsecretario de Recursos Humanos, Pablo Pais- ofrecerá un incremento porcentual (no una suma fija) pero recién desde una fecha más cercana a las elecciones de octubre.

Relación conflictiva
En rigor, los reclamos no son solamente salariales. Los trabajadores de la salud critican a la Intendencia el manejo de los recursos del sector, la derogación de la Carrera Sanitaria Municipal -una serie de normas que reconocían la tarea crítica que ejercen los profesionales en barrios con infinidad de problemas sociales- y la independencia del poder político local de turno para acceder a los nombramientos. Asimismo, han promovido un juicio de ética contra el pediatra, Martín Lissarrague, titular municipal del sector.

Por su parte, el Intendente Amieiro ha utilizado munición gruesa para neutralizar a los díscolos. Evitó reunirse en persona con los representantes gremiales y delegó en funcionarios de menor rango la tarea. Además, la Intendencia ha equiparado los sueldos de los médicos hacia abajo y no les reconoce horas extras cuando deben alargar la jornada laboral por la cantidad de pacientes.

En este contexto, más allá de abrir juicios sobre la justicia del reclamo, lo cierto es que la relación del Intendente con los médicos –y otros trabajadores de la salud- de un tiempo a esta parte se ha vuelto particularmente conflictiva, en un año electoral, cuando lo mejor sería que el poder de turno evitara sembrar vientos que solo le harán recoger tempestades.

Gustavo Camps
Especial para elcomercioonline.com.ar

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