El Día del Holocausto es una jornada de luto para el pueblo de Israel, los lugares de reunión pública permanecen cerrados y los medios de comunicación dedican enteramente su programación a la efemérides.
Los escolares asistieron a lecciones históricas dedicadas al Holocausto, mientras las ceremonias privadas se multiplicaron en los cementerios de todo el país.
Las ceremonias comenzaron ayer en el memorial de Yad Vashem, en Jerusalén, donde el primer ministro israelí, Ehud Olmert, denunció a "aquellos que todavía no aprendieron las lecciones del Holocausto", informó la agencia italiana Ansa.
"Son numerosos los que todavía no han aprendido las lecciones de la Shoah en instituciones académicas respetadas. Sus ojos están cegados y sus corazones cerrados por su odio a Israel", declaró Olmert.
En esa ceremonia, seis supervivientes encendieron una antorcha, una por cada millón de judíos muertos en los campos de concentración construidos por los nazis.
Seis millones de judíos fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial, en el marco del plan para la "Solución Final" ideado por los nazis con el alegado propósito de acabar con el judaísmo europeo. (Télam).