Lo que ocurrió fue que las precipitaciones caídas la semana pasada volvieron a generar grandes cantidades de charcos y espejos de agua estancada, lo que creó la proliferación de las larvas de mosquito.
Los expertos señalan que los mosquitos que otra vez están entre nosotros son de la familia Culex pipiens.
Estos nacen y se crían en zanjas producto de las lluvias, en piletas que aún tienen el agua del verano pasado, en los floreros de los cementerios, basicamente en todo lugar donde haya asentamiento de agua
Sostienen que antes no se metían en las casas y, nunca se tuvieron problemas grandes con los domicilios. Pero hoy se meten y son los que zumban al oído cuando uno está durmiendo.
La primera invasión de mosquitos de este año ocurrió hace un mes, y cuando parecía que la Capital Federal y el Gran Buenos Aires estaban librándose de ellos, las intensas lluvias los trajeron de vuelta.
Luis Viviant
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