El proyecto en cuestión prevé la creación de canales que divulguen la actividad de los órganos del estado pero, prometió el mandatario, no serán oficialistas, porque "ser oficialista acaba cansando".
El ministro Martins, que fue periodista de emisoras brasileñas, contará con un presupuesto de 250 millones de reales (120 millones de dólares) para montar el sistema televisivo, que recibió algunas críticas de los empresarios privados de comunicación.
Lula declaró que no quiere competir con la televisión comercial: "Si va a tener un punto de audiencia, o cero, no me interesa".
Sin embargo, el presidente dijo que tiene "un sueño grande: Yo sueño con una cosa de 24 horas por día, que no sé si vamos a poder construir".