El hecho ocurrió el 9 de octubre de 2005, cuando los hermanos Pablo y Andrés Piccioli retornaban a su domicilio desde la casa de su hermana en un automóvil Renault Clío por la Panamericana cuando fueron rozados por un Daihatsu Charade, que conducía Petrocchi.
Como consecuencia de ello, se generó una discusión que prosiguió más violentamente al llegar el peaje a la altura de la localidad de Pablo Nogués.
Los Piccioli y el imputado se bajaron de los automóviles e intercambiaron insultos, hasta que Andrés, según declaró él mismo, le pateó un neumático del auto de Petrocchi.
Luego de ese incidente, el ex gerente de seguridad fue hasta su vehículo, extrajo un arma y disparó un balazo -según su versión "accidentalmente"- que impactó en el abdomen de Pablo, quien murió en el acto.
La fiscal del debate, Laura Pascual, solicitó que se condene al acusado a 14 años de cárcel por el delito de "homicidio simple", mientras que la querella reclamó una pena de 25 años.
En las últimas palabras concedidas al acusado antes de finalizar el debate, Petrocchi le dijo al padre del muchacho asesinado que está "arrepentido", que no tuvo "la intención de dispararle" y que el crimen fue motivado por "lamentablemente por algo ajeno" a él.
José Scelzi, el abogado que representa a la familia del joven asesinado, solicitó 25 años de cárcel por la misma figura que la fiscalía, pero le agregó el delito de "amenazas" contra el hermano de Pablo.
En tanto, los abogados de la defensa, Ricardo Ruggiero y Javier Radián, consideraron que su cliente actuó en estado de "emoción violenta" y que cuando ocurrió el episodio padecía una "neurosis obsesiva".
Los defensores pidieron que se le aplique una pena de tres años de cárcel, la mínima que establece el Código Penal para estos casos (el máximo es seis años) y que, en caso de que se considere que cometió un homicidio simple, reciba el castigo menor, ocho años de prisión.
